"¡Hay que actuar!": Irma Soriano pone el grito en el cielo ante una noticia que trata 'Y ahora Sonsoles'

El municipio almeriense de Dalías ha quedado absolutamente conmocionado por el asesinato a puñaladas de una mujer de 49 años. Tal y como se ha comentado en Y ahora Sonsoles, el presunto agresor, "que ya había protagonizado numerosas trifulcas en el pueblo", ya ha sido detenido.

Carlos Quílez ha ampliado el terrible suceso: "Las pruebas que tiene la Guardia Civil son totalmente lapidarias contra este individuo. Hay muchos testigos. Han encontrado incluso un cuchillo de grandes dimensiones que fue presuntamente el arma que utilizó para matar a esta mujer". El periodista ha asegurado que el programa de Antena 3, en ese momento, estaba "pendiente" de si el autor del crimen había "querido declarar o no".

Soriano: "¿Quién está pendiente de vigilar al que está vigilando? ¡Ese hombre quería asesinarla y lo ha conseguido!"

En este punto, Irma Soriano ha querido intervenir y lo ha hecho remarcando el hecho de que este hombre tenía una orden de alejamiento. "Lo ha dicho el vecino [con el que YAS había hablado previamente]. 'Todos comentábamos, pero pensábamos que no lo haría'. ¡No hay que pensar! ¡Hay que actuar!", ha exclamado la andaluza, dirigiéndose a su cámara.

"Una orden de alejamiento no sirve para nada. ¿Quién está pendiente de vigilar al que está vigilando? ¡Ese hombre quería asesinarla y lo ha conseguido!", ha asegurado Soriano. Era entonces cuando intervenía su compañero Antonio Naranjo: "Irma, ¿cómo lo paras?". "¿Que cómo lo paras? Una persona que tienen una orden de alejamiento no puede estar ahí", ha respondido ella.

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M. M.

"Por lo que cuenta este sinvergüenza...", se disponía a explicar Naranjo, aunque la que fuera concursante de Gran hermano VIP le ha corregido de inmediato: "No, sinvergüenza, no. Es un asesino. Y no es presunto, porque la mató en público. Es verdad".

Antonio ha expuesto la, por desgracia, ineficacia de esta medida preventiva: "Lo que ha dicho Carlos es que si los delitos anteriores no tenían reproche penal suficiente, la única manera de frenar a alguien que crees que te va a matar es darle con un palo en la cabeza, estamos en la ley de la selva".