"¡Ni de broma!": Sonsoles Ónega, tajante, se niega a una petición y provoca el "enfado" de su directora

Y ahora, Sonsoles no deja de incorporar a nuevos rostros y novedosas secciones en su emisión. En el programa de hoy, Eduardo Navarrete se ha estrenado en el formato de Antena 3 con un apartado dedicado a la moda. En su primera aparición, el diseñador alicantino ha dado algunos consejos con los que poder dar una nueva vida a nuestra ropa más antigua: "Navarrete nos va a enseñar un método con el que rejuvenecer las prendas que tenemos en casa para no tirar nada", ha anunciado Sonsoles Ónega a su audiencia.

Eduardo Navarrete ha llevado a plató un burro de ropa y ha animado a Sonsoles Ónega a que se pusiese algunas prendas de esta selección. En un primer momento, la presentadora se ha animado a ponerse unos guantes antiguos. Sin embargo, por motivo de la inminente boda de Tamara Falcó, el alicantino ha sorprendido con un vestido de novia: "Lo he rescatado de una tienda vintage. Es de los años 40", ha explicado el diseñador.

Nada más verlo, Sonsoles Ónega se ha adelantado a cualquier posible petición y se ha negado a probárselo: "Eso no me lo pongo que da mala suerte. ¡Ni de broma!", ha exclamado la presentadora, mientras que Eduardo Navarrete ha tratado de convencerla. Ante la negativa de Ónega, la directora del programa ha sido muy insistente con la comunicadora. "La directora está enfadada... Póntelo tú. Como estás casada, no tienes problemas", ha afirmado Sonsoles, respondiendo a su responsable.

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D. R.

Aun así, Sonsoles Ónega le ha seguido el juego a su directora y se ha colocado el vestido de novia sobre su cuerpo. La presentadora incluso ha animado a que una de las colaboradoras se lo probase o ha hecho bromas sobre lo antiguo que es: "Es de los años 40, ¿no? Se ve que los bajos están un poco sucios", ha bromeado Ónega.

"Yo esto lo llevaría al tinte y no lo recogería", ha sentenciado con mucha sorna la presentadora. Y es que ayer Sonsoles Ónega reveló que perdió su vestido de novia cuando lo llevo a planchar y lavar. A la presentadora se le olvidó recoger el traje de la tintorería y, cuando por fin se acordó, el negocio había cerrado. Afortunadamente, este incidente sucedió después de su boda en 2012, por lo que la comunicadora pudo darle el uso que se merecía.