"¡Perdóname!": el monumental 'golpe' del soltero a su cita tras un desplante en 'First Dates'

La cita entre Mercedes y Armando por poco termina de mala manera después de varios cortes surgidos durante su cena en First Dates. Los desafortunados comentarios de la soltera hicieron que el comensal le lanzase una contestación que la dejase totalmente cortada.

Ella tiene 77 años y él 73. Aparentemente, parecen haberse gustado, aunque solo Armando mostraba signos de atracción hacia su cita. Se pusieron al día de sus gustos, de donde viven y de los que buscan en este experimento del programa de Cuatro, hasta llegar a temas más delicados que hicieron saltar las alarmas de uno de ellos.

Armando, a Mercedes: "Tú crees que yo no me cuido?"

Uno de los primeros desplantes de Mercedes fue negarse a responderle la edad: "Si dices la edad es como si bajas mi autoestima y la gente ya no te ve igual, sobre todo si vas buscando una pareja", respondió a cámara, después de decirle que no se lo respondería. "Mis parejas seguro que no saben que tengo esta edad", añadió la mujer.

La soltera insiste en que le gustan los hombres bastante más jóvenes que ella, y físicamente, recalca que le gustan "lisos, es decir, que no tengan nada de barriga. Al sentirse aludido, Armando le comunica que, actualmente, pesa 73 Kg, pero que llegó a pesar 115 Kg. Fue aquí cuando ella le propinó otro desafortunado descaro con su comentario: "Ese ha sido tu problema y por eso tienes flacidez, y eso es lo que tienes que trabajar. Te diría que hay que cuidarse".

Armando no quiso callarse esta vez: "Tú crees que yo no me cuido?". Sin embargo, Mercedes no cesaba en su obsesión de querer verlo con vientre plano, y continuó con su reprimenda, sin saber absolutamente nada del pasado del comensal: "Estoy segura, pero aún tienes que cuidarte más, porque tienes que fortalecer los músculos".

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El soltero quiso asestarle aquí un monumental 'revés' que la dejó muda: "Yo salgo de un derrame cerebral que se me juntó con el covid y no pude salir en dos años". El gesto de la soltera denotaba que había metido la pata hasta el fondo y no tuvo más remedio que disculparse, totalmente avergonzada: "¡Perdóname! Porque eso no lo había pensado".