Steisy cruza los límites en 'Pesadilla en El Paraíso': encierra, acorrala y chilla a Marco Ferri

La dictadura consentida de Patricia Steisy en 'Pesadilla en El Paraíso' se le ha ido de las manos. Además de poner como un trapo a Israel Arroyo delante de todos sus compañeros, se ha atrincherado de mala manera en la puerta del patio para impedir que Marco Ferri pudiese salir.

"Asqueroso, come mierdas", le chillaba al italiano, después de un pequeño encontronazo por asuntos de las tareas de la granja. La joven se quejaba de la dejación de actividades por parte del capataz e impuso un golpe de estado en su contra y sin contar con ninguno de sus compañeros.

"Tengo un ejército aquí más gordo de toda España"

Fue entonces cuando decidió atrancar la puerta, amenazándolo con dejarlo en el otro lado de la estancia, como castigo. Lo que en un principio parecía una breve pataleta, se terminó convirtiendo en un absoluto infierno para el italiano, y para el resto de la casa, ya que se vieron obligados a acatar las órdenes de la concursante, totalmente fuera de sí.

"¡A cojones no me gana nadie! Ya no hay capataz. No pasa nadie", gritaba sin control, colocando una piedra detrás de los dos portones y repitiendo que la abriría cuando ella lo viese oportuno. "Golpe de estado. De aquí no entra ni sale nada por esta puerta hasta que a mí me dé la gana", decía a voces, privando también a Israel de pasar para coger su ropa, que se encontraba en el interior.

"Poca vergüenza y mala persona", le seguía chillando a Marco, mientras el joven aguantaba el chaparrón barriendo el patio, y todo por, según decía, dejarla con la palabra en la boca en plena discusión. "Tengo un ejército aquí más gordo de toda España", voceaba, señalándose sus partes íntimas. "No quiero bultos en mi casa y esta es mi casa", insistía mirando a todos sus compañeros, que salvo Dani García, que sí aprobaba y animaba su anarquía, todos afearon su conducta.

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"Me das asco, te tengo manía", le gritaba también a Israel, que intentaba acceder, sin éxito, a la zona en la que estaba acorralado Marco Ferri. Una actitud que, por supuesto, no ha sido sancionada por la organización. "Pierdes toda la razón", le dijo Lucía Dominguín, poco antes de que la joven admitiera estar viviendo un ataque de ansiedad por lo sucedido. El italiano, por su parte, y una vez liberado, salió con total paciencia y educación, sin recriminarle su desagradable y exagerado comportamiento delante de todos.