Silicon Valley y el valor del acceso a la información

Hay una frase de mi mujer que me encanta. Ella dice que aquí, en Silicon Valley, se respira WiFi, tecnología, Apple y aplicaciones por todos lados. Y tiene razón: por aquí es muy fácil encontrarte con gente del sector en cualquier sitio, o ver publicidad de empresas de tecnología por la calle, o descubrir en una tienda o un bar una integración física con apps como Foursquare, Yelp o incluso Bump como en la foto que adjunto. 

Te pasan cosas como que la persona que me alquila el apartamento resulte ser una ex vice presidenta de eBay; o como conocer a algunos emprendedores españoles con proyectos increíbles, de los que ganan dinero y tienen prestigio y clientes internacionales, pero de los que nadie sabe nada en España mientras aquí se los rifan algunos de los fondos de capital riesgo más importantes del mundo.

Puedes acabar hablando de tu startup con el dependiente de una tienda de bicis en Palo Alto o con una cajera en Macys en San Francisco, ambos muy interesados en tu proyecto y con las ideas más claras sobre el emprendimiento digital que la mayoría de políticos españoles.

Puedes ver vallas publicitarias en las carreteras anunciando puestos vacantes para ingenieros en grandes empresas digitales, o puedes jugar en la marquesina de un autobús con una aplicación gigante para móvil con la que hacerte una foto que luego puedes pintar, enviar por email, etc.. 

Todo eso ayuda a vivir el sector muy intensamente y te estimula para generar nuevas ideas, te obliga a estar constantemente alerta para encontrar fórmulas con las que mejorar tu propio proyecto. Pero lo más interesante son los datos de primera mano a los que tienes acceso viviendo aquí. Porque hay tal conocimiento acumulado, y es tan grande el volumen de gente con acceso a mucha información de interés, que no es difícil que te enteres de un montón de cosas de valor a poco que salgas de casa y te relaciones. Casi sin quererlo puedes conseguir información que, bien usada, puede ser oro puro para tu negocio.

Por ejemplo, solo estando aquí puedes llegar a saber, en una conversación aparentemente inocua y totalmente informal mientras te tomas una birra con un sándwich de pastrami, que hay una marca de electrónica desconocida en España, que resulta que vende aquí más televisores que LG o Samsung, y que lidera de calle el mercado de televisión de gama media y media baja. Así que si quieres triunfar en el mundo de las aplicaciones de televisión conectada en EEUU, más te vale hablar con Vizio (y no me refiero a decir guarradas). ;)

Te puedes enterar diez minutos después mientras esperas la cuenta, que a día de hoy se genera mucho más negocio con las aplicaciones en las consolas de videojuegos que con en las propias apps para televisión conectada desarrolladas para los fabricantes, ya que estos siguen muy, muy verdes tanto en la parte tecnológica como en la de negocio (aunque esto vaya cambiando poco a poco y lo hará más en el futuro).

También te pueden desvelar en una excursión turística que uno de los problemas más graves para el crecimiento del negocio de Android en las tabletas, donde su cuota de mercado está bajando, está en su mala gestión de los sistemas de DRM para control de contenidos audiovisuales, lo que impide que muchos grandes servicios de vídeo y música on demand puedan tener aplicaciones para Android, porque para evitar que les roben el catálogo se ven obligados a hacer importantes desarrollos adicionales cuyo coste no compensa a corto y medio plazo.

Puedes descubrir, también por casualidad, que la entrada de Netflix en España que todos esperamos para enero aún no está confirmada oficialmente por la compañía y que incluso podría torcerse; o que hay inversores que se dedican a “timar” a los emprendedores más bisoños con los pactos de socios hasta arrebatarles su empresa; o que algunos de los referentes que los emprendedores europeos tenemos en Silicon Valley no son otra cosa que vendedores de humo con una buena operación de marketing detrás; o cómo funciona el negocio de la compra-venta de contenidos audiovisuales a gran escala para su explotación digital; o puedes enterarte de que hay compañías que ya están pensando en cómo será el consumo de televisión de dentro de cinco años y están trabajando en ello con algoritmos matemáticos; o incluso puedes probar personalmente el inminente Google TV 2.0 (pinta excelente, por cierto).

Al final, como digo, estando aquí tienes acceso a todo eso y mucho más, porque es aquí donde ocurren las cosas. Incluso en sitios del Valle tan aparentemente anodinos como Los Gatos pueden ocurrir cosas de interés global. Por eso, si el otro día hablaba de la importancia del networking y los contactos y su valor aquí, hoy quería destacar la importancia del acceso a la información y al conocimiento en Silicon Valley, vitales para el desarrollo de negocios digitales con ambición mundial. Debo reconocer que en estos dos meses escasos que llevo en San Francisco he aprendido mucho más sobre el negocio digital que en los últimos dos años en España. De ahí que la inversión, al menos de momento y a pesar de lo caro que resulta, me esté mereciendo la pena.