Un farmacéutico conspiranoico, condenado a tres años por destruir 500 dosis de Moderna

Un juez federal ha sentenciado este martes 8 de junio a Steven Brandenburg, un farmacéutico de Wisconsin (Estados Unidos), a tres años de prisión por destruir intencionadamente 500 vacunas. El procesado perdió su trabajo en el Aurora Medical Center de Grafton después de sacar las dosis de Moderna del área de refrigeración. Posteriormente, llevó de nuevo las vacunas para que estuvieran a una menor temperatura. Esto provocó que se le inyectaran a 57 personas dosis de Moderna adulteradas.

"Sabotear vacunas a propósito durante una emergencia sanitaria nacional es un crimen muy grave", ha indicado en un comunicado referido por la NBC Brian Boynton, Fiscal General Adjunto interino. El funcionario ha señalado que el Departamento de Justicia "seguirá reforzando su reglamento para salvaguardar esta vacuna".

La Fiscalía sostiene que Brandenburg habría sacado las dosis de Moderna del área de refrigeración por miedo a que no fueran efectivas, ya que estos viales deben guardarse a una temperatura específica. Por su parte, la policía de Grafton afirma que el condenado "es un conspiranoico que dijo a los investigadores que creía que la vacuna contra el covid-19 no era segura, ya que podría transformar el ADN de las personas".

De momento, Steven Brandenburg ha sido sentenciado a tres años de prisión. Además de haber perdido su empleo, la Wisconsin Pharmacy Examinig Board ha retirado su licencia, lo que le prohíbe trabajar en farmacias del estado. El condenado ha aprovechado su turno de palabra para afirmar que se siente "terriblemente avergonzado".