El presidente del Senado italiano no puede formar gobierno

El presidente del Senado italiano, Franco Marini, dijo el lunes que no ha sido capaz de encontrar el apoyo político suficiente para formar un gobierno provisional y reformar el sistema electoral, por lo que la convocatoria de elecciones anticipadas parece el único modo de salir de la crisis política. El presidente de la República, Giorgio Napolitano, había pedido a Marini buscar apoyos entre los partidos para retrasar las elecciones el tiempo suficiente para reformar el sistema electoral, pero ha sido imposible ya que el líder de la oposición Silvio Berlusconi y sus aliados están presionando para convocar comicios.

"No he podido encontrar una mayoría suficiente sobre una reforma electoral precisa", dijo Marini a los periodistas al abandonar la oficina de Napolitano tras haber desistido del mandato de tratar de formar un gobierno. Napolitano tiene pocas opciones salvo disolver el Parlamento y convocar elecciones anticipadas. El gobierno número 61 en Italia desde la Segunda Guerra Mundial cayó el mes pasado cuando el primer ministro Romano Prodi perdió una moción de confianza en el Senado tras sufrir bajas en su coalición.

Berlusconi, que tiene ventaja en las encuestas, rechazó la idea de un gobierno interino, prefiriendo la convocatoria de elecciones anticipadas que espera que le devuelvan al cargo que ha desempeñado en dos ocasiones. "Esperamos - y creemos que es lo que pasará - que después de estas consultas el jefe del Estado convoque elecciones inmediatamente, porque el país necesita rápidamente un gobierno eficiente que resuelva sus graves problemas", dijo el líder de 71 años tras entrevistarse con Marini el lunes.

Walter Veltroni, heredero de Prodi como líder del centro-izquierda que se enfrentaría a Berlusconi en unas elecciones, esperaba un retraso electoral. "Creo que existe el riesgo de que los políticos italianos perdamos una oportunidad, precipitándonos hacia una elecciones con una ley deficiente", dijo el también alcalde de Roma.

Ingobernable

En un país con una media de gobiernos de un año en las últimas seis décadas, los líderes empresariales pidieron estabilidad tras la dimisión de Prodi a los 20 meses justos de asumir el poder. El presidente de la patronal, Luca Cordero di Montezemolo, que es partidario de una reforma electoral, urgió a poner fin a "años de rivalidad e ingobernabilidad para que podamos garantizar el crecimiento, porque crecemos menos que cualquier otro país europeo".

Muchos economistas también advierten que otro gobierno elegido con las actuales leyes será tan inestable como el de Prodi. Prodi se marchó después de las constantes peleas dentro de su coalición de nueve partidos que acabó con la traición de un pequeño partido católico, lo que le hizo perder su mayoría en el Senado.

Su gobierno heredó una inestabilidad resultante de las leyes electorales que introdujo Berlusconi en 2005. Los críticos dicen que esas leyes eran "una píldora envenenada" para Prodi, que ganó las elecciones en 2006.