La declaración de las Fallas como Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO eleva el ritual de fuego con el que cada año Valencia da la bienvenida a la primavera a la categoría de bien cultural universal.
La fiesta transforma cada mes de marzo la ciudad del Turia en un escenario de arte, luz, ruido, flores, indumentaria tradicional y crítica festiva con los tradicionales 'ninots'.