Tras pasar casi 72 horas en un calabozo, el ‘pequeño Nicolás’ desapareció del mapa durante cinco semanas, pocos datos se tenían del 'joven más buscado'. Fuentes muy cercanas a la investigación han asegurado que La familia de Francisco Nicolás optó por camuflarle en un piso de su tío en la calle Santa Engracia, en el centro de Madrid. La finca, cedida por el Instituto de Vivienda, Infraestructura y Equipamiento de la Defensa a militares en activo o familiares, ha sido durante días el centro de operaciones del joven, un escondite con varias entradas que conforman un discreto laberinto que encubría la visita de familiares y abogados a posibles ojos indiscretos.