El viaje interminable de Antoine de Saint-Exupéry

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El 31 de julio de 1944, a las 8:45 a.m, despegaba de Borgo (Córcega) el célebre autor de El Principito, Antoine de Saint-Exupéry, para fotografiar posiciones enemigas al este de Lyon. Era un hermoso día. Estaba previsto que regresara a las 12:30. Sin embargo, nunca volvió. Algunos dicen que se olvidó su máscara de oxígeno y que se desvaneció en el mar. Otros creen que encontró su propio planeta reluciente cerca de las estrellas. Hoy, setenta años después de su muerte, las ilustraciones de Peter Sís de los cielos nocturnos, las montañas, las vistas de pájaro sobre paisajes urbanos, oceános relucientes y cielos azules recrean la maravillosa vida de Saint-Exupéry e invitan a los lectores a pensar en cómo estas experiencias en el aire lo inspiraron para crear la historia de El Principito.

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