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Adiós al cilindro de Atocha que homenajea a las víctimas del 11-M por las obras de la Línea 11
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Adiós al cilindro de Atocha que homenajea a las víctimas del 11-M por las obras de la Línea 11

Las obras de ampliación del trayecto en su paso por Atocha requerirán eliminarlo. El nuevo memorial estará integrado en el vestíbulo de la estación que levantará la Comunidad de Madrid

Foto: Cilindro homenaje que desaparecerá por las obras de la L11. (Comunidad de Madrid)
Cilindro homenaje que desaparecerá por las obras de la L11. (Comunidad de Madrid)

La ampliación de la línea 11 de metro a su paso por Atocha se llevará consigo el cilindro que homenajea a las víctimas del atentado del 11-M. En agosto, y aprovechando que la línea 1 no está funcionando, se llevarán a cabo los trabajos previos en el interior. Después, se espera que en octubre puedan comenzar con el desmontaje de la pieza exterior. Primero deberán obtener los permisos del Ayuntamiento e instalar los andamios y material necesario.

No obstante, se desconoce cuando terminará este proceso. La infraestructura mide 11 metros y está levantada con ladrillos de vidrio. El peso supera las 160 toneladas. “Sus grandes dimensiones no permiten establecer con exactitud la duración de las labores de desmontaje”, explica la Consejería de Transportes. Cuando culminen las obras del interior, comenzarán a levantar lo que será el nuevo vestíbulo de la estación de Atocha en el que estará integrado el nuevo memorial. El Ayuntamiento será el encargado de acometer el proyecto de la parte exterior.

La actual pieza monumental consta de 440 metros cuadrados, fue construida en 2007 por el estudio FAM y costó 6,6 millones de euros. Ahora, la intención de la Consejería de Transportes de la Comunidad de Madrid es levantar un espacio homenaje cuatro veces más grande: abarcará en torno a 1.993 metros cuadrados. 166 de ellos estarán aislados con una mampara de cristal y esta área servirá como zona de recogimiento. El espacio restante también contará con referencias a los atentados. Serán las asociaciones de víctimas las que elijan cómo será el diseño de las mismas.

“[Las asociaciones] son clave y protagonistas en la realización del proyecto”, explican fuentes de la Consejería. De hecho, se ha creado un grupo de trabajo con dichas entidades para facilitar la comunicación e intercambio de ideas entre profesionales y afectados. Se espera que, una vez haya concluido el proceso de desmontaje del cilindro, se produzca la primera reunión entre esta Mesa de Trabajo.

placeholder El consejero de Transportes, Jorge Rodrigo, junto con los representantes de las asociaciones de víctimas del terrorismo. (Comunidad de Madrid)
El consejero de Transportes, Jorge Rodrigo, junto con los representantes de las asociaciones de víctimas del terrorismo. (Comunidad de Madrid)

No es la primera vez que el Ejecutivo regional se reúne con las nueve asociaciones de víctimas del terrorismo con sede en Madrid. Desde el 2021, el equipo de Isabel Díaz Ayuso ha mantenido hasta tres encuentros con las agrupaciones para trasladarles toda la información relativa al monumento homenaje.

Estuvo años descuidado

El cilindro desaparece después de que estuviese durante años en el ojo del huracán. En 1028, su aspecto semiabandonabo con goteras, grietas y demás contratiempos como la caída de la membrana de plástico fue objeto de polémica. La por entonces alcaldesa de la ciudad, Manuela Carmena, reconoció que los imperfectos de la infraestructura podían deberse a que la construcción “no fue lo suficientemente madura”.

Entre junio de 2019 y marzo de 2020 se llevaron a cabo las obras de rehabilitación y restauración del espacio. Desde entonces, y según confirman fuentes del consistorio, no se ha vuelto a producir ninguna incidencia y el monumento era perfectamente visitable.

La realidad es que esta no es la pieza original que se pretendía levantar. Cuando el concurso salió a licitación, el proyecto ganador fue una especie de burbuja deformada, “muy moderna y llamativa en su momento”. Así lo recuerda el diseñador y arquitecto Pepe Cruz, quien estuvo a punto de presentarse al concurso público. Finalmente no lo hizo, y el equipo de arquitectos a quienes se les adjudicó la obra tuvieron que reformular el diseño por cuestiones técnicas. Además, al cilindro se le ha apodado comúnmente como vaso de plástico y demás descalificaciones. “Los buenos arquitectos tienen la obligación de remover el gusto establecido y de ir un poco más allá. El Guggenheim al principio tampoco gustaba”, continúa el experto.

La ampliación de la línea 11 de metro a su paso por Atocha se llevará consigo el cilindro que homenajea a las víctimas del atentado del 11-M. En agosto, y aprovechando que la línea 1 no está funcionando, se llevarán a cabo los trabajos previos en el interior. Después, se espera que en octubre puedan comenzar con el desmontaje de la pieza exterior. Primero deberán obtener los permisos del Ayuntamiento e instalar los andamios y material necesario.

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