Una pistola "tumbadrones" vigila el cielo de Valencia durante las Fallas 2023

La plaza del Ayuntamiento de Valencia se convierte durante las Fallas en el punto de encuentro por excelencia. Miles de personas se concentran en este lugar para presenciar la mascletà. Por eso, la seguridad se convierte en el principal objetivo de la Policía Local y la Policía Nacional, que se encargan de controlar el perímetro por tierra y por aire.

Durante el disparo, los agentes del Servicio de Medios Aéreos de la Policía Nacional controlan la presencia de drones no autorizados en la zona. Concretamente, la policía, repartida en varios puntos de la plaza, vigila su presencia y puede llegar a neutralizarlos a través de un dispositivo de gran tamaño.

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EFE

Se trata de un equipo inhibidor de frecuencias, que hace que el dron regrese a su lugar de origen. Además, a través de la señal GPS, alerta del vuelo y marca la posición del piloto, la altura, el modelo y el número de serie del dron. Posteriormente, la policía inicia una investigación para determinar la sanción económica.

Un herido por un dron

Este dispositivo forma parte del operativo de seguridad que los cuerpos de seguridad del Estado han establecido durante las Fallas. El artilugio está compuesto de dos dispositivos diferentes manejados por dos agentes que deben estar coordinados. Por un lado, está el "aeroscoop" que permite detectar la presencia de cualquier tipo de dron que sobrevuele la plaza y determinar si está o no autorizado.

Es entonces, cuando la pistola "tumbadrones" entra en acción, inhibiendo la frecuencia del artilugio. "Lo hacemos de la forma más segura para evitar que caiga encima de los espectadores y se devuelve al piloto del dron", indican los expertos. Este es el segundo año que la policía utiliza este dispositivo para garantizar la seguridad en las mascletás. El año pasado ya detectaron un dron y la pistola tuvo que intervenir. De momento, los agentes todavía no han captado la presencia de ningún dron durante la mascletá.

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María del Pilar Díaz

Durante la mascletà del pasado 9 de marzo, un dron de la Policía Local hirió a una persona tras caerle encima. Parece ser que el aparato perdió ligeramente el control debido a la presencia de viento y comenzó a descender bruscamente desde una altura de 10 metros. Por lo tanto, las autoridades insisten en que "si los drones autorizados ya pueden sufrir algún imprevisto, los no autorizados todavía suponen más peligro".