El PSC se cae del texto de Mas: “Es una declaración de independencia”

La declaración soberanista del Parlamento catalán no acaba de salir adelante. El PSC se mantiene en sus trece y no da su brazo a torcer porque considera que no es más que una declaración de independencia solapada. Por tanto, si no hay ningún cambio, no podrá contar con la aplastante mayoría de 107 diputados que sus promotores pretendían. El PSC es favorable a eliminar la expresión de que Cataluña sea “soberana”, ya que podría tener efectos jurídicos en el ámbito internacional; y aboga también porque se incluya la referencia a que el proceso de una consulta popular se hará ”dentro de la más estricta legalidad”.

Los socialistas quieren un intercambio de cromos, que cada uno rebaje sus pretensiones en la misma medida. CiU y ERC proponen en su punto primero que “el pueblo de Cataluña tiene, por razones de legitimidad democrática, carácter de sujeto político y jurídico soberano”. Y es la última palabra la que molesta al PSC, aunque los soberanistas no están dispuestos a renunciar a ese término.

Fuentes de la cúpula socialista señalaron a El Confidencial que, tal y como están las cosas, el PSC no apoyará la declaración presentada por CiU y ERC, a la que presumiblemente se les puede añadir ICV y, aunque con salvedades, la Coordinadora d’Unitat Popular (CUP). En total, pues, serían, como máximo, 87 votos a favor, el 64% del Parlamento. Durante la tarde del lunes, según las fuentes consultadas, los cinco grupos implicados estuvieron negociando. “Fuimos acotando posturas para eliminar puntos de discrepancia, pero no hemos llegado a ningún acuerdo y no parece que lo vaya a haber”. Los grupos seguirán negociando, antes de que el tema llegue al pleno del miércoles. De todos modos, aunque durante el martes no se produzca un pacto, hay tiempo hasta el inicio de la sesión parlamentaria para alcanzar un gran consenso, a través de alguna enmienda transaccional, explican las mismas fuentes.

“El PSC defiende inequívocamente el derecho a decidir y será coherente con lo que propusimos en nuestro programa: un derecho a decidir legal y acordado. Al margen de como acabe este proceso, nos consideraremos parte del bloque por el derecho a decidir. Es un quid pro quo: retiramos la reforma constitucional [los socialistas proponían en su declaración la petición de una reforma constitucional para reclamar un Estado Federal] en el sentido federal de la declaración de la misma manera que el bloque independentista retira el Estado propio. Busquemos lo que nos une: el derecho a decidir, que no tengan tentaciones de hacer proclamas unilaterales”, señaló Jaume Collboni, portavoz del PSC, tras la reunión del Secretariado de su partido.

Pero Convergència i Unió (CiU) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) no están por la labor. Desde las filas convergentes se mantiene un discreto silencio para no entorpecer las negociaciones con el PSC. Pero  Anna Simó, portavoz de ERC, no se mordió la lengua. Aseguró que la declaración “es un tema cargado de trascendencia y responde a la demanda expresada el 11 de septiembre [la masiva manifestación en las calles de Barcelona], el 25 de noviembre [fecha de las elecciones autonómicas] y que también recogen las últimas encuestas”. Para la dirigente republicana, la declaración de soberanía del Parlamento catalán “ha de ser clara, inequívoca y no dar pie a confusión alguna porque también servirá como mensaje a la comunidad internacional”.

“El consenso no es una finalidad”

Simó lanzó un aviso a navegantes, es decir, respondió al portavoz socialista, para justificar que los soberanistas no cedan en sus pretensiones: “La declaración de soberanía no lo sería si acaba siendo subsidiaria de la voluntad del PSOE o del PP. La soberanía no se delega. Ha quedado bien claro que Cataluña es sujeto político y jurídico”. Y zanjó el tema añadiendo que “el consenso no es una finalidad en sí mismo y la ampliación del consenso ha de servir al objetivo de ejercer el derecho a decidir y nunca para diluir este objetivo”.

Por tanto, haya o no haya acuerdo con el PSC, los soberanistas quieren llevar su acuerdo al pleno y aprobarlo. Y si se ha de sacrificar el consenso, se sacrifica. Collboni fue ayer contundente con ese frente soberanista. “Somos muy conscientes del pacto con ERC, que consiste en que ERC, con un mando a distancia, va dirigiendo cada paso de CiU con la comodísima posición de estar en el Gobierno y en la oposición al mismo tiempo”.

Y aprovechó para arremeter contra Artur Mas. ”Ya ha cometido dos errores fatales: convocar unas elecciones cuando no tocaban en medio de la peor crisis, lo que le supuso un claro castigo electoral, y hacer una lectura equivocada del resultado, que lejos de hacerlo rectificar, lo ha hecho hundir en su camino equivocado”. También criticó que “ha tensado la cuerda hasta el límite de la ruptura total, proponiendo una declaración de soberanía que rompe el marco legal e ignora la vía del diálogo y el acuerdo”. Para el portavoz socialista, “tenemos un interlocutor poco fiable. Si Mas mantiene esta propuesta de máximos, este unilateralismo, acabará dinamitando los puentes de diálogo que quedan en Cataluña. Y queremos que reflexione”.

Los socialistas recomiendan al presidente de la Generalitat “que modere su postura, que escuche a otros soberanistas del resto del Estado que, como Urkullu, un lehendakari soberanista, defienden que si se ha de producir la consulta, ha de ser legal y negociada”.