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El PP entierra el caso Cervera y se desmarca de los ‘asuntos personales’ que salgan
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SILENCIO Y ALIVIO EN EL GRUPO POPULAR

El PP entierra el caso Cervera y se desmarca de los ‘asuntos personales’ que salgan

La dirección del PP dejó caer (y dimitir) el lunes a Santiago Cervera a las 12 horas de destaparse el caso de su detención por la

Foto: El PP entierra el caso Cervera y se desmarca de los ‘asuntos personales’ que salgan
El PP entierra el caso Cervera y se desmarca de los ‘asuntos personales’ que salgan

La dirección del PP dejó caer (y dimitir) el lunes a Santiago Cervera a las 12 horas de destaparse el caso de su detención por la Guardia Civil. En el Grupo Popular pasaron el martes del estupor al alivio por la marcha de su ya excompañero de escaño. En una reunión celebrada ayer por los diputados del PP para preparar el arranque del nuevo curso, su portavoz, Alfonso Alonso, preguntó si alguien quería saber o comentar algo sobre la salida de Cervera, y la respuesta fue el silencio. En el partido en el Gobierno se impone el carpetazo absoluto.

La teoría de la conspiración o trampa esgrimida por Cervera sigue sin convencer a los dirigentes del Partido Popular y empieza a correr la especie de que detrás o añadido al caso hay algún problema personal del exdiputado que no tiene que ver con su actividad política, y ni siquiera con sus problemas con la Caja de Navarra.

La noticia de la detención de Cervera en un caso de presunto chantaje ha dado a conocer sus peculiares relaciones con el resto del Grupo Popular: no pasaban de educadas; ningún diputado se consideraba amigo ni afín al navarro incluido por Rajoy en la lista de Madrid al Congreso. "Se pasaba la vida entre el blog, el Twitter y el Whatsapp", dicen sus compañeros de escaño. Lo critican porque no desconectaba ni en las reuniones de la Mesa del Congreso ni en las de los órganos del partido.

"A Jesús Posada (presidente de la Cámara) le ponía de los nervios que retransmitiera lo que se discutía", añaden en los mismos medios como ejemplo de la obsesión de Cervera por las redes sociales. Y porque irritar a Posada no es nada fácil. En el PP recuerdan ahora la anécdota de una filtración en directo ejecutada en una reunión del partido por el ya exdiputado. Fue muy rápido en la redacción del texto, pero muy torpe a la hora de fijar el destino de sus desvelos informativos: en vez de enviarla a la periodista interesada, se la remitió a la actual secretaria de Estado de Comunicación, Carmen Martínez Castro.

El poso que deja Cervera en el Grupo Popular es esa fama de que dedicaba más tiempo a las redes sociales e Internet que a las relaciones personales con sus compañeros de escaño, que le consideraban básicamente "raro", pero no sospechoso de meterse en asuntos turbios, al menos en cuestiones que tuvieran que ver con corrupción económica. Para mayor desconcierto interno, en medios del PP corría la versión de que, una vez detenido por los agentes de la Guardia Civil y preguntado si sabía por qué lo hacían Cervera respondió que sí, que sabía el motivo.

El exparlamentario tenía una posición privilegiada en la Cámara como secretario de la Mesa (5.000 euros fijos todos lo meses), coche oficial y gastos pagados. Además, posee patrimonio personal y matrimonial. Está casado con Mónica Ridruejo, exdirectora general de RTVE y actualmente alta directiva y consejera de varias empresas.

El portavoz del Grupo Popular, Alfonso Alonso, despachó ayer la salida de Cervera con palabras de agradecimiento ante el detalle que había tenido el diputado al dimitir inmediatamente, "como un caballero". Nadie quiso decir nada más en defensa de su excompañero. A partir de ahora, las noticias sobre lo ocurrido en Pamplona y acerca del fondo del asunto saldrán de los juzgados, sentenciaron en fuentes del PP.

De 'azote' de Prisa contra el PP a diputada del Grupo Popular

Para cubrir la baja de Cervera ayer mismo, nada más comenzar el pleno del Congreso tomó posesión de su escaño la periodista Pilar Marcos, que ocupaba el puesto número 25 en la lista de Madrid, seis por detrás de la última parlamentaria elegida en los pasados comicios generales.

En su larga trayectoria como informadora en el diario El País y antes de recalar en Faes hace seis años , Marcos se ocupó durante varios años de seguir al PP, entre cuyos responsables no era precisamente muy popular por sus informaciones. Ahora, como miembro del Grupo Popular, se encontrará entre sus jefes directos a los dirigentes del PP que entonces sufrían con sus crónicas. Son los casos de veteranos miembros del aparato de Génova como Rafael Hernando o José Antonio Bermúdez de Castro.

La dirección del PP dejó caer (y dimitir) el lunes a Santiago Cervera a las 12 horas de destaparse el caso de su detención por la Guardia Civil. En el Grupo Popular pasaron el martes del estupor al alivio por la marcha de su ya excompañero de escaño. En una reunión celebrada ayer por los diputados del PP para preparar el arranque del nuevo curso, su portavoz, Alfonso Alonso, preguntó si alguien quería saber o comentar algo sobre la salida de Cervera, y la respuesta fue el silencio. En el partido en el Gobierno se impone el carpetazo absoluto.