Un interlocutor del lehendakari negociará con el Gobierno cómo reinsertar a presos etarras

El dirigente del PSE Jesús Loza es el interlocutor entre los gobiernos vasco y central para consensuar medidas que favorezcan la reinserción de los presos de ETA. Loza (Vitoria 1952) fue nombrado la semana pasada Comisionado para la Convivencia y la Memoria por el lehendakari Patxi López.

Su primera tarea, según él mismo ha hecho público, es acordar qué enfermedades graves e incurables pueden justificar la excarcelación de etarras presos. Los presos José Ángel Biguri y Gotzone López pueden ser los primeros beneficiarios. Ambos tienen cáncer y han sido trasladados a la prisión donostiarra de Martutene. Trece etarras más están gravemente enfermos, según datos de la izquierda abertzale.

Jesús Loza era hasta el pasado día 12 diputado y secretario primero de la mesa del Parlamento vasco, cargo al que renunció hace una semana para dedicarse de lleno a su nuevo cometido. Una tarea muy difícil porque necesita de la complicidad del nuevo equipo de Interior para conseguir sus objetivos, y no lo va a tener fácil.

El comisionado viaja mañana a Madrid para presentar la revista “Tiempo de paz” en la Delegación del Gobierno vasco en Madrid. Al acto acudirá, entre otros, la directora de Atención a las Víctimas del Terrorismo del Gobierno vasco Maixabel Lasa, una de las promotoras de los encuentros entre presos de ETA y sus víctimas. Un portavoz del Ministerio del Interior dijo ayer que ningún responsable del departamento tiene previsto reunirse con el comisionado.

El TC y la doctrina Parot.

El inminente fallo del Tribunal Constitucional (TC) sobre la “doctrina Parot” va a condicionar el éxito o el fracaso del trabajo de Jesús Loza. Si el alto tribunal deroga la norma obligaría al Gobierno a excarcelar a cerca de setenta etarras. Entre ellos hay algunos presos gravemente enfermos, como los antes citados.

El siguiente paso a pactar sería el acercamiento paulatino de los terroristas a cárceles próximas al País Vasco, una de las reclamaciones de la izquierda abertzale, de la que el pasado 5 de febrero surgió la organización Herrira con el único objetivo de alcanzar dicha reivindicación.  

El ejecutivo vasco facilitó hasta el pasado febrero el encuentro entre etarras alejados de la banda con víctimas del terrorismo dispuestas a ello. Sus resultados son meramente simbólicos por el número de participantes, pero el efecto político es importante para el plan de convivencia de Patxi López. La llegada del PP al poder ha modificado el escenario, y aunque el ejecutivo de Rajoy ha criticado en público los encuentros, tampoco está dispuesto a promoverlos, según un alto cargo de Interior consultado por este diario.

Acelerar el fin de ETA

Patxi López anunció su intención de nombrar un Comisionado para la Convivencia en el pleno del Parlamento vasco celebrado el pasado 8 de marzo. El lehendakari propuso también la constitución de una Ponencia Especial para la Convivencia que consensuara iniciativas políticas que ayuden a acelerar el fin definitivo de la violencia, en la que pudiera participar Batasuna como “invitada”.

La propuesta iba a ser aprobada aprovechando una moción presentada el pasado 14 de febrero por Aintzane Ezenarro, parlamentaria de Aralar. Todos los partidos estaban inicialmente de acuerdo, pero el PP se echó atrás en el último momento y la votación de la moción se pospuso para un próximo pleno, presumiblemente el que se celebre el próximo día 30. Hasta entonces los grupos intentarán recuperar a los populares para el consenso.

Fuentes del Gobierno vasco reconocieron a este diario que es muy difícil que la Ponencia alcance acuerdos por falta de tiempo, a menos de un año de las elecciones autonómicas, que previsiblemente darán un vuelco a la actual composición de la cámara.