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Sarrionandia, el etarra que escapó en un altavoz y escribió un libro por cada año de fuga
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POLÉMICO PREMIO EUSKADI DE ENSAYO

Sarrionandia, el etarra que escapó en un altavoz y escribió un libro por cada año de fuga

Joseba Sarrionandia lleva media vida huido debido a su militancia en ETA, lo que no le ha impedido editar numerosos libros y ganar importantes premios literarios.

Foto: Sarrionandia, el etarra que escapó en un altavoz y escribió un libro por cada año de fuga
Sarrionandia, el etarra que escapó en un altavoz y escribió un libro por cada año de fuga

Joseba Sarrionandia lleva media vida huido debido a su militancia en ETA, lo que no le ha impedido editar numerosos libros y ganar importantes premios literarios. Desde su ingreso en prisión en 1980, cuando tenía 22 años, no ha dejado de escribir. Su primera obra, un poemario, se editó un año después de su encarcelamiento, y la última, de 2010, recibió ayer el Premio Euskadi de Ensayo en euskera dotado con 18.000 euros por el Gobierno vasco. Entre ambas fechas, veintiocho obras de poesía, novela, ensayo y literatura juvenil, además de numerosas traducciones de autores como T.S.Elliot o Fernando Pessoa.

“José Ignacio Picabea Burunza y José Ángel Sarrionandia Iribalarrea, miembros de ETA-militar, se fugaron en la mañana de ayer de la prisión de Martutene, donde cumplían condenas de más de treinta años cada uno por su participación en un asesinato y varios secuestros y atracos”. El Correo Español abría así su edición del 8 de julio de 1985 con la información de la espectacular fuga de ambos etarras escondidos en los altavoces del equipo de música del cantante Imanol, que había dado un concierto en el recinto penitenciario. Su fuga tuvo tanta repercusión que el grupo de rock Kortatu le dedicó una de sus canciones más conocidas: “Sarri, sarri”.

En la fuga colaboró un incipiente autor teatral: Mikel Albizu, que con el tiempo llegó a ser el responsable del Aparato Político de la banda hasta su detención en Francia en 2004, donde el pasado año fue condenado a 20 años de reclusión. Picabea, su compañero de huida, se reincorporó a la banda terrorista y fue detenido dos años más tarde en Francia. De Sarrionandia nunca más se supo, aunque los servicios antiterroristas le han situado durante años en Cuba bajo identidad falsa.

Desde su fuga de prisión, su actividad literaria en euskera ha sido constante: ocho poemarios, otros tantos ensayos, siete novelas y cuatro más dirigidas al público infantil y juvenil. El Premio Euskadi de Ensayo que recibió ayer, con ser el más importante, no es el único: la Asociación Española de Críticos Literarios le concedió por dos veces el Premio de la Crítica de narrativa en euskera. La primera en 1986 por Atabala eta euria (El tambor y la lluvia), una colección de relatos, y la segunda en 2001 por Lagun Izoztua (El amigo congelado), su primera novela. En total, 28 libros en sus 27 años de fuga. A libro por año.

Las causas pendientes han prescrito

La repercusión del premio otorgado ayer obligó al Gobierno vasco a salir al paso con un comunicado en el que explica que no pone en cuestión los méritos literarios del ganador y respeta la decisión del jurado, pero expresa su rechazo a que un premio que auspicia y dota económicamente “recaiga en una persona condenada por su pertenencia a ETA y que no se ha retractado nunca de su militancia”. Los 18.000 euros del premio, que podrían sumar 4.000 más si la obra era traducida a otra lengua, han sido retenidos hasta que “el premiado regularice plenamente su situación con la justicia”.

Sarrionandia, licenciado en Filología Vasca en la Universidad de Deusto es un autor sobradamente conocido en el País Vasco, donde es considerado una referencia literaria. Los cinco integrantes del jurado que le premió fueron elegidos por las universidades del País Vasco, de Mondragón  y de Deusto, y las dos personas restantes fueron designadas a propuesta del Departamento de Cultura del Gobierno vasco.

Su paradero sigue siendo un misterio, aunque podría haber abandonado Cuba, según se desprende de una carta incautada en una operación antiterrorista llevada a cabo por la policía francesa en 2002. En ella, varios etarras afincados en Cuba explicaban a la dirección de la organización que Sarrionandia “quiere vivir con su verdadero nombre, quiere salir de la clandestinidad”. Para entonces, sus causas pendientes con la justicia habían prescrito.

Han pasado nueve años de aquello y las únicas noticias sobre Sarrionandia siguen llegando a través de sus libros.

Joseba Sarrionandia lleva media vida huido debido a su militancia en ETA, lo que no le ha impedido editar numerosos libros y ganar importantes premios literarios. Desde su ingreso en prisión en 1980, cuando tenía 22 años, no ha dejado de escribir. Su primera obra, un poemario, se editó un año después de su encarcelamiento, y la última, de 2010, recibió ayer el Premio Euskadi de Ensayo en euskera dotado con 18.000 euros por el Gobierno vasco. Entre ambas fechas, veintiocho obras de poesía, novela, ensayo y literatura juvenil, además de numerosas traducciones de autores como T.S.Elliot o Fernando Pessoa.