El impuesto de patrimonio se aprueba entre el show de Bono y el adiós de Zapatero

La legislatura de la crisis ha terminado en el Congreso con la aprobación del impuesto de patrimonio, el adiós de José Luis Rodríguez Zapatero y el show de José Bono, siempre dispuesto a hacerse notar en el hemiciclo. Aunque hasta el lunes no se disuelven oficialmente las Cortes, este jueves se ha celebrado la última sesión plenaria, en la que los diputados han aprovechado para sustituir la habitual confrontación dialéctica por agradecimientos y cumplidos.

La resurrección del impuesto de patrimonio ha sido una de las últimas medidas aprobadas con el marchamo del Ejecutivo socialista, precisamente el mismo que decidió anularlo. Pese a las críticas de la oposición, el gravamen no ha recibido ningún voto en contra, ya que finalmente el PP ha decidido abstenerse. Tras levantarse la sesión, Alfredo Pérez Rubalcaba se ha apresurado a apuntarse el tanto ante la prensa, recordando que fue él quien solicitó al Gobierno que aprobara el impuesto.

El candidato socialista será uno de los parlamentarios que, a priori, repetirán la próxima legislatura, pero para muchos ha sido la última votación de su carrera. Uno de ellos, aunque con él nunca se sabe, es José Bono, quien se saltó el protocolo una vez más para  dedicar una cariñosa despedida a portavoces y diputados. El presidente del Congreso, entre emotivo y narcisista, deseó suerte y felicidad a sus señorías, aunque sin privarse de lanzar algún mensaje enigmático.

“Hoy no es un día cualquiera”, advirtió Bono para precisar que unos se dedicarán a partir de ahora a conseguir renovar su acta, “otros se despedirán para siempre” y otros dirán “hasta luego”.  El político manchego se encuadra en una de estas dos últimas categorías, aunque todavía no está claro a cuál. De momento se ha decantado por el mercado editorial, y presume de cobrar más que José María Aznar por sus libros de memorias, que se publicarán el próximo año. En concreto, recibirá 860.000 euros, y ya tiene preparados dos tomos de 800 páginas cada uno. A no ser que tenga que arrancar alguna hoja dedicada a la Casa Real, ya que todavía no ha mostrado al Rey los capítulos que versan sobre su relación.

"Los últimos serán los primeros"

Pero además de expresar su satisfacción por haber sido el presidente número 144 de la Cámara, hecho que agradeció a Zapatero, pidió perdón por sus faltas, especialmente al Grupo Socialistas. “Gracias por soportar las cosas de Bono. Con placa o sin ella de la santa [Madre Maravillas], mis relaciones son y serán maravillosas con el Partido Socialista", ha señalado. En el apartado de los portavoces parlamentarios, también tuvo palabras de cariño y amistad para los nacionalistas Josu Erkoreka, Josep Antoni Duran Lleida y el grupo de ERC, incluido Joan Tardá, quien aprovechó su última intervención para pedir la libertad de Arnaldo Otegi.

De Gaspar Llamazares ha destacado su “ejemplar” e “incuestionable” “honorabilidad”; mientras que al Grupo Mixto le ha deseado suerte y “salud”, especialmente a la portavoz de NaBai, Uxue Barcos. Quien no estaba en su escaño para escuchar a Bono era Mariano Rajoy, de visita en Lorca (Murcia). “Siempre he encontrado líneas de acceso” con él, ha asegurado, para lanzar a continuación otro cumplido a Soraya Sáenz de Santamaría por su embarazo. Además, Bono ha querido presumir de “cristiano” y recordar la sentencia bíblica de “los últimos serán los primeros”, tal vez porque las encuestas no dan a su partido como primero.

Zapatero también ha recibido el agradecimiento de quien fuera su rival por el liderazgo del PSOE: “Gracias por lo que no te las den, por lo que hayas sufrido y no esté reconocido, por lo que hayas hecho en favor de España”. El presidente del Gobierno se marchó tras estrechar las manos de muchos diputados que quisieron despedirse, y expresando como último deseo que “las cosas vayan mejor para España”. No obstante, al presidente todavía le quedan unos duros meses por delante.