Cascos no tiene prisa: sigue sin llamar al PP para cerrar un acuerdo en Asturias

Una semana después de que el FAC haya perdido la presidencia de la cámara autonómica, todo sigue igual en Asturias. Francisco Álvarez Cascos no parece tener mucha prisa por cerrar un acuerdo con el PP que afiance su investidura como nuevo presidente del Principado, la última pieza del puzle del 22M aún por resolver. Desde el PP aseguran que, desde entonces, Cascos aún no se ha comunicado con ellos para volver a sentarse en la mesa de negociaciones. Y mientras, el ex vicepresidente del Gobierno sigue arremetiendo contra sus ex compañeros de partido, a quienes acusa ahora de querer cerrar un acuerdo con el PSOE para repartirse la Comunidad y Oviedo. 

“Eso es radicalmente falso”, explican desde las filas populares. “Le hemos tendido la mano para cerrar un acuerdo de legislatura y ni siquiera se ha puesto en contacto con nosotros. Y, al mismo tiempo, ha anunciado que volverá a iniciar una ronda de contactos con todos los grupos, lo que roza la tomadura de pelo. Le hemos tendido la mano y lo normal es que nos llame”.

Los rencores entre ambas formaciones ponen en peligro la virtual presidencia de Álvarez Cascos, el candidato más votado en las últimas elecciones asturianas y a quien le corresponde, por tanto, liderar las negociaciones. Sea como fuere, si PP y FAC lograsen cerrar, finalmente, un acuerdo, la legislatura no se aventura tranquila por la cantidad de recelos acumulados entre ambos. 

PP y FAC rompieron el pasado martes las negociaciones después de que, según la versión del PP, Cascos se negase a cerrar un acuerdo programático de legislatura. El líder del FAC se limitó a ofrecer al PP la presidencia de la Cámara a cambio de sus votos para la investidura de Álvarez Cascos. Es decir, “un cheque en blanco” para toda la legislatura sin poner encima de la mesa un programa concreto de Gobierno. Algo que en el PP no estaban dispuestos  a firmar. “Yo hablé con él dos veces. Le dije que le garantizaba el apoyo del PP en la sesión de investidura y que a partir de hoy empezábamos a negociar el programa”, explicó entonces Pérez Espinosa a este diario. El desacuerdo permitió, finalmente, que el PP se hiciese con la presidencia de la cámara gracias a los votos prestados del PSOE. Los socialistas justificaron su decisión explicando que Cascos había diso "víctima de su manera de actuar".  

“Isabel ya dijo que sería la última en levantarse de la mesa de negociaciones y formar una nueva mayoría. No nos vamos a dar por vencidos”, explican en el PP. “Cascos tendrá que explicar por qué no logra cerrar un acuerdo. Es tan peculiar, que vete a saber qué quiere”. 

Cascos insiste en un acuerdo entre PP y PSOE

Por su parte, el líder de Foro Asturias sigue tensando la cuerda y complicando el pacto al volver a advertir de una posible pinza entre el PSOE y el PP. Aduce, en este sentido, que ambos partidos tienen un vínculo "muy fuerte" porque, "entre otras cosas", están unidos e implicados en asuntos de corrupción como el caso 'Villa Magdalena' o el caso 'Riopedre'.

Cascos ha hecho estas declaraciones en una entrevista a Telecinco recogida por Europa Press, en la que ha reafirmado que el objetivo de PP y PSOE es el de "protegerse mutuamente y perpetuar ese escenario por el cual el PP gobierna Oviedo y el PSOE Asturias, y así se van renovando las cúspides de ambos partidos sin ejercer oposición el uno al otro en las instituciones". Argumentos que, por otro lado, ya esgrimió en su día cuando quiso abanderar la regeneración del PP asturiano y terminó, finalmente, lanzando su propio partido. 

Así, ha señalado que algunos hechos como que el PP haya facilitado al PSOE la alcaldía de Siero, o que el PSOE no haya presentado candidato a la Junta General del Principado y haya votado al PP, le están dando la razón.

Por otro lado, el líder de FAC ha negado que el PP de Asturias haya pedido la vicepresidencia del Principado para Isabel Pérez-Espinosa, y ha reiterado que el único partido que ha ofrecido por escrito un pacto al PP ha sido Foro Asturias, por el cual otorgaría la presidencia del parlamento a cambio del voto de investidura y de un acuerdo de legislatura.