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Lissavetzky se cuestiona su idoneidad como candidato tras el batacazo de Jiménez
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"ABRE UN PERIODO DE REFLEXIÓN" TRAS LA DERROTA DE LA MINISTRA

Lissavetzky se cuestiona su idoneidad como candidato tras el batacazo de Jiménez

El “tándem ganador” ha quedado descabalgado. Siguiendo un símil deportivo de los que tanto gustan al secretario de Estado para el Deporte, el coche de Jaime

Foto: Lissavetzky se cuestiona su idoneidad como candidato tras el batacazo de Jiménez
Lissavetzky se cuestiona su idoneidad como candidato tras el batacazo de Jiménez

El “tándem ganador” ha quedado descabalgado. Siguiendo un símil deportivo de los que tanto gustan al secretario de Estado para el Deporte, el coche de Jaime Lissavetzky se ha estrellado en boxes antes incluso de empezar la carrera. Quien ya es oficialmente candidato del PSOE al Ayuntamiento de Madrid ha cosechado su primera derrota al ofrecer su apoyo firme a la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, perdedora de la contienda interna librada en las filas del PSM. Un duro revés que, según explican algunos de sus colaboradores, le habría llevado incluso a abrir “un periodo de reflexión” sobre su futuro más inmediato.

La derrota “moral” cosechada por Lissavetzky quedó claramente reflejada la madrugada del domingo en el semblante serio, de decepción, con el que compareció junto a Jiménez ante los medios de comunicación. Convertido en uno de los principales valedores de la ministra, Lissavetzky no dudó ni un segundo en acompañar a la candidata del aparato en su última alocución pública ante sus seguidores. Un apoyo, expresado en público y en privado, que le ha terminado por abrasar, como ha ocurrido a otras significadas figuras del PSM como David Lucas, portavoz municipal en el Ayuntamiento. 

Ambos se encuentran ahora mismo en una tesitura complicada. De hecho, a Lissavetzky intentaron aconsejarle sin éxito para que no se situase junto a la ministra en su intervención final tras la derrota. Una imagen poco apropiada para quien, desde ayer, debe trabajar codo con codo con Tomás Gómez y su equipo. Una difícil relación que se pondrá a prueba cuando el aparato del PSM tenga que hacer campaña a favor de Lissaveztky y, sobre todo, cuando éste tenga que negociar los nombres que le acompañen en la lista al Ayuntamiento. Pasada ya la resaca electoral, algunos de sus colaboradores lamentan que Lissavetzky se decantase desde el principio por Jiménez. 

Sobre todo, cuando él no tenía por qué haberse implicado tan de lleno en una contienda que no le afectaba directamente, toda vez que contaba con los 2.300 avales recogidos para su candidatura al Ayuntamiento, mil más de los necesarios. Algo de lo que él mismo presumía la semana pasada en su primera rueda de prensa como candidato oficial, en la que dijo ser “el candidato de las bases” y en la prometió sudar la camiseta porque “cualquier deportista que sale a perder por poco, no gana nunca”.

“Mi impresión es que no se va a retirar”, comenta otro de los concejales que ha apoyado a Jiménez y a Lissavetzky durante las últimas semanas. “Está afectado como lo estamos todos los que apoyamos a Trinidad, pero mi impresión es que va a continuar con la carrera. Tiene los avales y pronto va a ser proclamado como candidato”, añade. “Que haya tensiones a la hora de hacer la lista entra dentro de lo habitual, pero seguro que formará un núcleo duro de 3 ó 4 personas afines y que integrará en el resto de la lista a los partidarios de Gómez”.

Un “tándem ganador”

Lissavetzky quiso dejar claro, dese el principio de esta carrera, que formaba un “tándem ganador” con la ministra de Sanidad. Así lo definieron ellos mismos cuando escenificaron su alianza política el pasado 12 de agosto en la terraza del Círculo de Bellas Artes de Madrid. Ambos quedaron a tomar un café ante la atenta mirada de decenas de periodistas minutos antes de que Jiménez acudiera a la oficina del PSM de Callao a presentar su candidatura a las primarias. 

Desde entonces, Lissavetzky ha luchado por la victoria de su compañera y, por ende, de Alfredo Pérez Rubalcaba, su mentor político y el hombre que ha impulsado su nombre como candidato a la alcaldía frente a Gallardón. Lissavetzky pidió avales para Jiménez, no sin cierta tensión con algunos de los secretarios de las agrupaciones, y protagonizó con ella varios mítines en los que se presentaban ya como la apuesta del partido para Madrid. La derrota de la primera arrastra ahora, inevitablemente, al segundo, quien de momento seguirá al frente de la secretaría de Estado para el Deporte, un cargo que dejará “cuando el presidente José Luis Rodríguez Zapatero quiera”. En todo caso, nunca antes del próximo mes de diciembre, cuando se decide si España opta o no la organización del Mundial de Fútbol del 2018.

Sobre su situación se expresó también ayer el ex presidente del Congreso, Manuel Marín, quien, en una entrevista concedida a RNE, se lamentó de que las primarias hayan dejado en “una situación un poco delicada a una gran ministra” y hayan descabalgado “la secretaría de Estado más valiosa que ha tenido el Gobierno, la del Deporte".

El “tándem ganador” ha quedado descabalgado. Siguiendo un símil deportivo de los que tanto gustan al secretario de Estado para el Deporte, el coche de Jaime Lissavetzky se ha estrellado en boxes antes incluso de empezar la carrera. Quien ya es oficialmente candidato del PSOE al Ayuntamiento de Madrid ha cosechado su primera derrota al ofrecer su apoyo firme a la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, perdedora de la contienda interna librada en las filas del PSM. Un duro revés que, según explican algunos de sus colaboradores, le habría llevado incluso a abrir “un periodo de reflexión” sobre su futuro más inmediato.

Tomás Gómez