La autoridad de Zapatero se agrieta: un 25% de su Ejecutiva apoya a Tomás Gómez

La hasta hace bien poco incontestable autoridad de José Luis Rodríguez Zapatero en el PSOE empieza a resquebrajarse. El núcleo duro de la Ejecutiva socialista, capitaneado por José Blanco y Alfredo Pérez Rubalcaba, sigue cerrando filas en torno al líder; pero las primarias de Madrid han abierto una brecha que resultará muy difícil taponar: al menos el 25% de los 36 miembros de la dirección del partido, en un claro desafío a Zapatero, apoya a Tomás Gómez frente a Trinidad Jiménez como candidata autonómica.

Es cierto que en la última reunión de la Ejecutiva, el pasado lunes, sólo Maru Menéndez, portavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid, alzó la voz en defensa de Gómez e hizo una encendida defensa del proceso de primarias. Pero eso no significa que el secretario general del PSM y contrincante de Jiménez en las elecciones internas del próximo 3 de octubre esté huérfano de apoyos en Ferraz. De hecho, al menos una decena de miembros de la Ejecutiva simpatiza con Gómez y desaprueba las maniobras del núcleo duro socialista para desacreditarle, aunque muy pocos se han atrevido hasta la fecha a expresar públicamente ese respaldo.

Los apoyos de la ministra de Sanidad en la dirección socialista son bien conocidos, pero la mayoría de quienes respaldan al líder del PSM callan en público y en las reuniones internas del partido -al menos por ahora- para evitar un enfrentamiento abierto con Zapatero, Blanco o Pérez Rubalcaba. Así, según las fuentes consultadas por El Confidencial, la número tres del PSOE, Leire Pajín, y los ex ministros Jesús Caldera y Juan Fernando López Aguilar -todos ellos miembros de la Ejecutiva Federal y procedentes de la desaparecida corriente Nueva Vía que catapultó a Zapatero como secretario general- apuestan abiertamente por Gómez.

Laminar a Gómez

La división en la cúpula del PSOE no responde tanto a la rivalidad propia de unas primarias y a la legítima preferencia por uno u otro candidato como al hecho de que Zapatero y sus dos hombres fuertes en el Gobierno y el partido -Blanco y Rubalcaba- se hayan involucrado personalmente en la campaña de Jiménez para tratar de laminar a Gómez.