Blanco: "La visita de Aznar a Melilla es una deslealtad para el Gobierno de España"

El ministro de Fomento, José Blanco se ha pronunciado sobre la tensa situación que se vive desde hace varios días en la frontera de Melilla con Marruecos. Con un rotundo "la visita de Aznar a Melilla es una deslealtad al Gobierno de España", Blanco echa más leña al fuego si cabe. Durante su comparecencia conjunta con Elena Salgado para tratar el presupuesto de Fomento en 2011, el ministro ha hecho referencia al tiempo en que Aznar fue presidente del Ejecutivo español. "Nunca visitó dicha ciudad durante su Gobierno", recordó, para añadir que considera un escándalo que un ex presidente interfiera en la política nacional del país sin haberlo consensuado antes con el Gobierno.

El viaje de Aznar es un gesto político de gran significado para los socialistas, como ha mostrado Blanco, pero también para los populares. Más allá de las apariciones públicas y de las declaraciones sobre la actualidad del país propias de un ex presidente del Gobierno, su actuación deja en una difícil situación a Mariano Rajoy, que mandó ayer a modo de emisario al vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons. Según ha informado María Dolores de Cospedal, el presidente del partido estaba informado y apoya la visita privada de Aznar.

Fin del bloqueo

Aznar ha puesto rumbo a Melilla unas horas después de que los activistas de la Coordinadora de la Sociedad Civil del Norte de Marruecos hayan reducido el bloqueo a la ciudad autónoma a sólo la jornada de hoy. Su intención es, según Faes, mostrar su apoyo personal a los melillenses y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la tensa situación que están viviendo.

En torno a las once de la mañana ha llegado a la ciudad, y se ha dirigido directamente a la frontera de Beni-Enzar, donde ha permanecido unos minutos y ha sido saludado por un mando de la Guardia Civil. A continuación se ha desplazado al centro de la ciudad, donde ha desayunado de manera informal con el presidente de Melilla, Juan José Imbroda, también presidente del PP regional. Aznar, que ha acudido acompañado por su hijo Alonso, también ha estado con el diputado del PP por Melilla Antonio Gutiérrez.

Un acuerdo con los comerciantes

Esta madrugada se llegó a un acuerdo los activistas y la Asociación de Comerciantes del Rastro y barrios adyacentes para levantar el bloqueo que estaba previsto para este fin de semana.

La situación en la frontera es tensa, aunque de momento no se han producido incidentes. Uno de los líderes de los activistas y presidente de la Asociación Gran Rif de los Derechos Humanos, Said Chramti, ha informado de que las furgonetas y vehículos que pasan a diario cargadas de pescado, fruta y verdura lo están haciendo libres de carga desde primera hora de esta mañana.

Melilla, no obstante, no está desabastecida y los mercados y plazas de la ciudad cuentan con tipo de alimentos, desde verduras, a frutas y pescado, aunque en este caso no sea fresco y del mismo día.

El mensaje de los activistas

El bloque en estas primeras horas, se trata, según Chramti, de un "mensaje clarísimo" hacia los responsables políticos de Melilla. "Ellos dicen que somos sólo 20 merodeando por la frontera, pero nosotros somos políticos", ha dicho Chramti.

Sobre el acuerdo alcanzado esta madrugada, Chramti ha informado de que los responsables de la Coordinadora de la Sociedad Civil del Norte de Marruecos estuvieron reunidos con la Asociación de Comerciantes del Rastro, debido a la petición de ésta para que retrasaran los bloqueos al menos hasta después del mes sagrado de Ramadán.

Chramti ha dicho que, debido a esta solicitud, y a la espera de ver cómo se desarrollan las reuniones de responsables del Ministerio del Interior en Rabat, la Coordinadora de la Sociedad Civil del Norte de Marruecos ha decidido reducir los bloqueos a sólo la jornada de hoy.

De este modo, queda cancelado el boicot al paso de camiones de material de construcción, cuyo inicio de anoche quedó pospuesto a hoy.

Igualmente, se ha anulado la huelga de 48 horas de las 2.000 mujeres marroquíes que pasan a diario la frontera de Melilla para trabajar como asistentas de hogar en la ciudad autónoma.