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“Las relaciones sexuales consentidas con las presas eran conocidas por todos”
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TESTIMONIO DE LAS RECLUSAS DE ALCALÁ-MECO

“Las relaciones sexuales consentidas con las presas eran conocidas por todos”

La destitución fulminante de la cúpula directiva del centro penitenciario Madrid I de Alcalá-Meco y la suspensión de empleo y sueldo de dos de sus funcionarios

Foto: “Las relaciones sexuales consentidas con las presas eran conocidas por todos”
“Las relaciones sexuales consentidas con las presas eran conocidas por todos”

La destitución fulminante de la cúpula directiva del centro penitenciario Madrid I de Alcalá-Meco y la suspensión de empleo y sueldo de dos de sus funcionarios de prisiones podría ser solo la punta del iceberg. Otros 18 funcionarios, de los aproximadamente 350 con los que cuenta el centro, están siendo investigados por su posible participación en lo que la secretaria general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, calificó este sábado como “conductas deleznables”. O lo que es lo mismo, en juergas nocturnas entre funcionarios y reclusas que solían terminar en la cama y con relaciones sexuales consentidas dentro de las celdas.

 

Según ha podido saber este diario de fuentes próximas a las propias internas de Meco, estas fiestas dentro del módulo eran “conocidas por todos, por las internas y por los propios funcionarios y responsables del centro, que no actuaron para impedirlas”. Eran además los propios funcionarios de prisiones ahora investigados quienes introducían bebidas alcohólicas, algo que está terminante prohibido según el reglamento de prisiones. Una versión que encaja también con las explicaciones dadas por la propia Gallizo, que justificó la destitución del director, el subdirector de seguridad y el administrador porque no actuaron con la “celeridad necesaria” ni con “el altísimo nivel de exigencia propio de Instituciones Penitenciarias ante la sospecha de esas conductas irregulares”.

“Se organizaban fiestas nocturnas con alcohol y luego había quien sí aceptaba mantener relaciones sexuales con ellos y quien no”, explica una de las reclusas. La investigación puesta en marcha por el Ministerio del Interior determinará de ahora en adelante si estas relaciones se mantenían para, a cambio, conseguir determinadas recompensas, como poder utilizar el teléfono móvil para hacer llamadas al exterior.

Preguntada por estos contactos sexuales entre reclusas y funcionarios, Mercedes Gallizo respondió que no descartaba nada. Un extremo que sí confirman las propias reclusas que señalan, eso sí, que los encuentros sexuales nunca fueron forzados. “Las relaciones siempre eran consentidas, pero a algunas internas más guapas los funcionarios las presionaban más para que finalmente terminasen aceptando las relaciones”, señalan también desde el interior de la prisión.

Según ha detallado Gallizo, la primera información sobre supuestas conductas irregulares se tuvo a principios del pasado mes de enero, cuando una funcionaria denunció ante el director del centro que se había introducido alcohol en la prisión, especialmente en Nochevieja. El director recabó los informes pertinentes y remitió la denuncia a la Secretaría General, que trasladó los hechos a la Inspección de Instituciones Penitenciarias.

Un incidente de "extrema gravedad"

Unos días después, se acordó incoar un expediente disciplinario al funcionario supuestamente involucrado en esos hechos, que fue suspendido de funciones. Fue el 4 de abril, sin embargo, cuando se produjo un incidente de "extrema gravedad", según Gallizo, si bien hasta el 7 de abril el director de Madrid I no lo comunicó a la Secretaría General.

Cinco días después, y ante la veracidad de los hechos denunciados, se suspendió de funciones al funcionario que supuestamente accedió a la celda durante la noche y se le abrió un expediente, para después acordar la destitución de la cúpula directiva de la prisión. Además, las dos internas que compartían esa celda han sido trasladadas de centro penitenciario.

La destitución fulminante de la cúpula directiva del centro penitenciario Madrid I de Alcalá-Meco y la suspensión de empleo y sueldo de dos de sus funcionarios de prisiones podría ser solo la punta del iceberg. Otros 18 funcionarios, de los aproximadamente 350 con los que cuenta el centro, están siendo investigados por su posible participación en lo que la secretaria general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, calificó este sábado como “conductas deleznables”. O lo que es lo mismo, en juergas nocturnas entre funcionarios y reclusas que solían terminar en la cama y con relaciones sexuales consentidas dentro de las celdas.