Los independentistas aparcan rencillas y se centran en organizar más consultas

Los exiguos resultados cosechados en el referéndum soberanista que se celebró en 80 localidades catalanas no han hundido los ánimos de los promotores de las consultas. “La independencia no está a la vuelta de la esquina, tendremos que trabajar muy duro para conseguirla” asegura a El Confidencial Laura Vilagrà, portavoz de la plataforma Decidim.cat. En esta ocasión, sin embargo, los representantes de las diversas organizaciones no se han enzarzado en discusiones públicas y descalificaciones mutuas, como ocurrió después del macrorreferéndum celebrado el 13 de diciembre pasado. Nada de reproches. Nada de culpas ajenas.

 

Desde Decidim.cat se reconoce que “la asistencia no ha sido lo que esperábamos, pero lo más importante es que se haya podido hacer”. De todos modos, Vilagrà subraya que “en la mayoría de los municipios, la participación ha sido buena, aunque el cómputo conjunto con poblaciones grandes, como El Vendrel, hace que la media baje”.

La portavoz de la plataforma organizadora también justifica los irregulares resultados por el hecho de que “en los municipios pequeños, en donde es fácil hacer llegar el mensaje a toda la población, la participación ha sido muy buena”. Y se muestra partidaria de continuar adelante y no variar la hoja de ruta, que tiene una nueva cita el próximo 25 de abril. “Lo que ahora falta es saber llevar también esta iniciativa en poblaciones más grandes”, zanja.

El rebufo de los resultados de la jornada, sin embargo, no se limitó al arco independentista. El 21% de participación provocó, incluso, la reacción de los partidos políticos parlamentarios, de tal manera que el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) aprovecharon para cargar las tintas contra Convergència i Unió (CiU). A ocho meses de las elecciones autonómicas, el tema es usado como arma arrojadiza. Hay que aclarar, sin embargo, que mientras que ERC movilizó a toda la cúpula para que cada alto dirigente pasease por varias de las localidades en las que se celebraban consulta, CiU no dio en esta ocasión ninguna consigna a su cúpula, al contrario que en el mes de diciembre, cuando incluso hizo saltar al ruedo a su líder, Artur Mas.

De ahí que, pocas horas después de conocerse los resultados, los dos partidos principales del Tripartito acusasen a los convergentes de su poca implicación en la jornada del pasado domingo. “¿Dónde está Wally?”, ironizó el portavoz socialista en el Parlamento catalán, Miquel Iceta, para quien el “entusiasmo” de CiU por las consultas independentistas ha desaparecido debido a la proximidad de las elecciones al Parlamento catalán, “quedándose en un discreto segundo término”.

En el mismo sentido se manifestó el portavoz de ERC, Ignasi Llorente. “Los convergentes no se han mojado”, dijo el dirigente republicano. Y subrayó que CiU, “actualmente, tan sólo tiene las elecciones como prioridad”. También aprovechó para incidir en la imagen de moderación y centralidad que quiere transmitir la formación que lidera Artur Mas. “Cualquier cosa que les pueda obligar a mojarse o posicionarse, como son las consultas, intentan eludirlas”, criticó Llorente.

El secretario general adjunto de Convergència, Felip Puig, no eludió el tema y afirmó que la participación de su partido en las consultas “en ningún momento ha sido tibia”. Y destacó la presencia de algunos dirigentes de CiU en los lugares donde se celebraba el referéndum, como Josep Rull o Jordi Turull, aunque éstos no pertenezcan a la cúpula de la formación. El segundo de Convergència disculpó también su ausencia en la jornada debido a la apretada agenda que tiene, aunque afirmó que, con todo, pudo “visitar un par de municipios en donde se hacía la consulta”.