Blanco amenaza con intervenir si los controladores y AENA no alcanzan un acuerdo

El conflicto entre AENA y los controladores aéreos por la renovación del convenio colectivo, sin solución a la vista, ha llevado al ministro de Fomento, José Blanco, a advertir que defenderá el “interés general” si ambas partes no alcanzan un acuerdo. “Entre los intereses de unos pocos -a quienes Blanco definió recientemente como “unos privilegiados cuyo sueldo mínimo supera los 370.000 euros”- y los intereses generales de mi país, yo defenderé los intereses generales de mi país”, aseguró, sin precisar qué medidas podría tomar. 

Blanco, quien confía en que la negociación del convenio “dé sus frutos” en el primer trimestre de este año, admitió que es “muy difícil” emprender acciones para evitar los problemas generados por los controladores.

El enfrentamiento entre AENA y los controladores ha afectado a la operatividad de varios aeropuertos durante estas Navidades, al provocar los controladores graves retrasos con una huelga de celo encubierta. En el último episodio de esta pugna, la ausencia “imprevista” de una controladora que debía prestar servicio ayer en la torre de control de la instalación madrileña obligó a cerrar una de sus cuatro pistas. 

El precedente Reagan

Mientras, un nuevo actor en el conflicto generado por el proceso de metamorfosis en la organización del tráfico aéreo ha salido a escena. La asociación Sodecta, que agrupa a 600 controladores aéreos militares, ha solicitado una reunión con AENA para ofrecer los servicios de cientos de profesionales que están dispuestos a dejar el Ejército para trabajar en la aviación civil.

Unos 250 controladores de la plantilla de las Fuerzas Armadas están habilitados de manera inmediata para ejercer en las instalaciones que gestiona AENA, según han señalado a Cinco Días fuentes de Sodecta, que subrayan las diferencias salariales entre ambos colectivos, dado que los controladores militares ganan por término medio diez veces menos que sus colegas civiles.  

En cierta manera, la oferta lanzada por Sodecta resucita las medidas adoptadas por el ex presidente de EEUU, Ronald Reagan, en 1981, cuando alrededor de 13.000 controladores norteamericanos iniciaron una huelga tras meses de infructuosas negociaciones con el Gobierno federal para obtener una mejora salarial y reducción de la jornada. Reagan declaró los paros ilegales y amenazó a los controladores con una prohibición vitalicia impuesta a la Administración Federal de Aviación (FAA) de recontratar a cualquiera de los controladores implicados en la huelga. Dos días más tarde cumplió su advertencia: despidió a 11.359 trabajadores que seguían en paro y ordenó a controladores militares que asumieran las labores de sus colegas civiles.