ERC aboga por ejercer el derecho de autodeterminación si el Constitucional falla contra el 'Estatut'

ERC no renegociará el pacto de gobierno que mantiene al frente de la Generalitat al actual tripartito, como pedían los sectores más radicales del partido, al decidir la mayoría del XXV Congreso celebrado este sábado rechazar una enmienda presentada en este sentido. Sí se aprobó, por el contrario, una enmienda que aboga por que el Parlament ejerza de manera unilateral el derecho de autodeterminación, vía referéndum, si el Tribunal Constitucional falla en contra del Estatut y el Gobierno se niega a negociar con la Generalitat el "derecho a decidir" de los catalanes.

La enmienda, que fue incorporada a la ponencia política por asentimiento a iniciativa del sector crítico Esquerra Independentista, también propone realizar una "gran manifestación" de rechazo a una posible sentencia "adversa" al nuevo Estatut. Aunque los republicanos no votaron en su día a favor del nuevo texto catalán, en su 25 congreso han decidido erigirse en sus máximos defensores.

ERC pedirá en primera instancia la unidad de las fuerzas políticas catalanas si el TC recorta el nuevo Estatut para, así, "plantar cara" con una "consulta popular". La estrategia republicana es que el Parlament se pronuncie en contra del TC y llegado el caso convoque una consulta electoral coincidiendo con las próximas elecciones catalanas.

En esta consulta se preguntaría a la ciudadanía "si se autoriza al gobierno catalán a negociar con el Estado el reconocimiento del derecho a decidir de los catalanes sobre el estatus político que desee Cataluña por la vía del referéndum", de tal forma que "nunca más se vuelva a vulnerar la voluntad del pueblo catalán".

Libertad condicional para mantener el tripartito

La libertad de los actuales dirigentes de ERC para mantener el tripartito es condicional, según se desprende del discurso pronunciado al inicio del congreso por su nuevo presidente, Joan Puigcercós, que evitó mostrar una defensa clara de la permanencia de su partido en el ejecutivo autonómico que preside el socialista, José Montilla.

Más contundente en esta dirección fue su antecesor en el cargo y principal derrotado en las elecciones que ERC celebró el pasado sábado para elegir a los nuevos presidente y secretario general del partido. Josep Lluís Carod-Rovira, actual vicepresidente de la Generalitat de Catalunya, apostó por mantener la presencia de ERC en el gobierno autonómico, incluso aunte una sentencia negativa del Constitucional para el Estatut.

Abucheos al portavoz del PSC

La ambigüedad, sino animadversión al menos en las bases, sobre el tripartito se concretó de forma palmaria cuando se anunció a los militantes la presencia en el congreso de Miquel Iceta, portavoz del PSC y socio de gobierno, que ha sido claramente abucheado. También lo fue David Madí, de Convergència Democràtica. Una actitud que obligó a la presidenta del congreso, Anna Simó, a pedir “el máximo respeto”.

También fueron silbados, aunque con menos intensidad, los representantes de Iniciativa. Por el contrario, fueron aplaudidos efusivamente los de Eusko Alkartasuna, el Frente Polisario y los independentistas bretones.

Tanto Puigcercós como Carod Rovira hicieron llamamientos a la unidad, un discurso necesario ante la profunda división que ha vivido el partido con la aparición de cuatro poderosas corrientes (Puigcercós, Carod, Carretero y Bertran), lo que hace que la mayoría actual apenas disponga del apoyo de algo más de un 30%.

Esta situación se manifestó con claridad a lo largo de la celebración del congreso, que dedicó una buena parte de sus esfuerzos a negociar la composición de la ejecutiva que ha de dirigir el partido a partir de ahora. Los informes de gestión (Carod-Rovira), de Puigcercós y la ponencia política fueron aprobadas por unas mayorías superiores al 60%.