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Puigcercos (2.100 avales) pasa como una apisonadora sobre Carod (700 avales) en su guerra por controlar ERC
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Puigcercos (2.100 avales) pasa como una apisonadora sobre Carod (700 avales) en su guerra por controlar ERC

El vicepresidente de la Generalitat y líder de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, vive en una tensión permanente. Carod hace tiempo que tiró la toalla para volver

Foto: Puigcercos (2.100 avales) pasa como una apisonadora sobre Carod (700 avales) en su guerra por controlar ERC
Puigcercos (2.100 avales) pasa como una apisonadora sobre Carod (700 avales) en su guerra por controlar ERC

El vicepresidente de la Generalitat y líder de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, vive en una tensión permanente. Carod hace tiempo que tiró la toalla para volver a presidir Esquerra, pero mantenía su intención de ser el candidato a las elecciones autonómicas de Cataluña. A la vista de los acontecimientos parece que sus planes han salido mal.

Los avales que los compromisarios han depositado en cada candidatura, a los que ha tenido acceso El Confidencial, manifiestan que es un pésimo estratega, que se mueve mal entre bambalinas o que ha elegido al peor equipo posible. Todo lo contrario que Puigcercós y Ridao que, a la espera de las votaciones finales, se alzarán sin problemas como los grandes vencedores del Congreso y cogerán las riendas de ERC durante los próximos cuatro años.

El candidato de Carod para presidir el partido, Ernest Benach, nada menos que el presidente del Parlamento de Cataluña, es el que menos avales ha recogido sólo por delante de Jaume Renyer. Así pues, la lista ganadora la encabeza Joan Puigcercós con 2.153 avales, seguido del ex diputado Joan Carretero, que cuenta con 828, Ernest Benach con 733 y finalmente Jaume Renyer con 716. Los datos reflejan que Puigcercós tiene el triple de apoyos que Benach, y en consecuencia que Carod.

Pero las cifras son aún peores para el vicepresidente si nos fijamos en los candidatos a secretario general. Su hombre, Rafael Niubó, se queda el último de fila. En primer lugar se coloca el partner de Puigcercós, Joan Ridao –y ahora hombre de ERC en Madrid- con 2.101 avales, por detrás el independentista Uriel Bertrán con 873, que forma tándem con Renyer; en tercer lugar Ruth Carandell con 761 avales, que se presenta en la candidatura junto a Joan Carretero; y por último, Rafael Niubó con 727 apoyos.

Peligra la candidatura a las autonómicas

Los avales, recontados este miércoles a las 20.00h -último día para presentar enmiendas a las ponencias-, revelan una debilidad en Carod que el presidente de la formación no había calculado. Así pues, su candidatura a las elecciones autonómicas, su sueño, a la espera del Congreso, parece que está muy verde.

Además, en esta semana de rifirrafes literarios entre Carod y Puigcercós, el segundo ha dejado escrito en su obra ‘Generació.cat’, que quiere optar a la cabeza de lista. Por lo tanto, si Carod quiere pelear por ser el número uno deberá enfrentarse a unas elecciones primarias con Puigcercós.

Y mientras todo esto ocurre en el seno de ERC, el Gobierno tripartido queda profundamente comprometido porque ha quedado demostrado que el vicepresidente del Gobierno y el presidente del Parlamento han perdido la confianza interna de los suyos.

Por eso, Carod se apoya en su posición gubernamental para darse visibilidad. En los últimos meses se ha recorrido Europa en una loca carrera de inauguraciones, tremendamente cuestionada por los empresarios catalanes, que le ha llevado primero a Berlín y luego a Londres, un no parar. Ha subvencionado a las Plataforma Pro Seleccions Catalanes con 1,2 millones de euros, para ver si rasca algunos votos entre los amigos que hay dentro de este organismo; y finalmente, este jueves presenta su libro ‘2014. Que parli el poble català’ para demostrar que si Puigcercós sabe escribir, él también. Para responder a la pregunta de quién venderá más, habrá que preguntar a los libreros la próxima semana.

El vicepresidente de la Generalitat y líder de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, vive en una tensión permanente. Carod hace tiempo que tiró la toalla para volver a presidir Esquerra, pero mantenía su intención de ser el candidato a las elecciones autonómicas de Cataluña. A la vista de los acontecimientos parece que sus planes han salido mal.

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