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El Govern culpa a los medios de la mala imagen de los políticos catalanes
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TAMBIÉN ECHA LA CULPA A ERC

El Govern culpa a los medios de la mala imagen de los políticos catalanes

El conseller de Interior, Relaciones Institucionales y Participación, Joan Saura, tiene fama de encargar estudios sobre todo lo que ocurre en Cataluña, desde la felicidad de

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El Govern culpa a los medios de la mala imagen de los políticos catalanes

El conseller de Interior, Relaciones Institucionales y Participación, Joan Saura, tiene fama de encargar estudios sobre todo lo que ocurre en Cataluña, desde la felicidad de los catalanes hasta el impacto medioambiental del AVE o la familia y la diversidad sexual. El último que ha puesto sobre la mesa aborda el problema de la desafección política (expresión que ha puesto de moda el propio presidente José Montilla). Ayer lo presentó a los medios de comunicación.

Las conclusiones son de lo más pobre: la culpa es de los políticos y de los medios de comunicación que no supieron reaccionar al cambio político al pasar de una Generalitat gobernada por CiU, al primer tripartito (PSC – ERC – ICV) encabezado por Pascual Maragall.

Razones para desmotivar a la ciudadanía sobraron: las continuas salidas de tono de ERC -con visita incluía a Perpiñán de su líder Josep Lluís Carod Rovira-, el proceso de negociación del Estatuto –que cansó y aburrió soberanamente a la ciudadanía- y, finalmente, las elecciones anticipadas no fueron buenos ingredientes para arrastrar a los catalanes a las urnas.

Los medios también se llevan su parte de este distanciamiento entre la ciudadanía y la política, según el ex conseller de Justicia Josep M. Vallès, autor del estudio. “Los medios de comunicación se han dedicado desde 1999 –año del cambio de gobierno- a la dramatización mediática, a alimentar una imagen imparcial, banal y conflictiva de la política”, apunta el informe.

La abstención en Cataluña es creciente, sólo es necesario comparar la participación en las últimas elecciones generales que se situó en el 75,32% en el conjunto del Estado, más de 4 puntos por debajo (71,19%) en Cataluña y, en cambio, fue del 80,84% en Madrid. Así pues, entre las dos principales ciudades hay una diferencia de casi diez puntos. Aún así, el informe no lo ha visto porque asegura que “la participación mediana de Cataluña en las generales es similar a la del conjunto del Estado”.

A Saura, las elecciones generales le preocupan poco –aunque los resultados de su partido, con un solo escaño, fueron pésimos-. Al número 3 del govern le preocupan las autonómicas dado que el estudio afirma que “los catalanes participan más en las generales que en las autonómicas y las municipales”.

Otra de las conclusiones que preocupa es que a menor edad de los votantes, menor participación política y electoral; conclusión que choca de frente con la estrategia de todos los partidos que se han puesto por objetivo quedarse con el caladero de votos de los ciudadanos entre 18 y 25 años y, a la vista está, que no saben cómo llegar a ellos, por mucha promesa de legalización de la marihuana o ayudas al alquiler que se ofrezcan.

Menos afiliaciones, menos dinero para los partidos

La abstención no afecta a los políticos sólo cada cuatro años, sino que dificulta su actividad rutinaria porque están cayendo en picado las afiliaciones a los partidos y sindicatos frente a las adhesiones a otros movimientos cívicos y no gubernamentales como las ONG. Además, hay una fuerte tendencia al voto nulo que denota la notable desconfianza de los ciudadanos en los políticos, así como la certeza de que un voto no influirá en las decisiones de los que mandan.

Con estos desalentadores resultados, y queriendo evitar de nuevo participaciones del 49,4% como las del referéndum del Estatuto de Cataluña, Joan Saura abrirá un debate en el seno de la sociedad, el parlamento autonómico y los partidos políticos para que ningún otro estudio diga, de los que comparten profesión con él, que “toman decisiones de forma oscura o que la política es un espectáculo”.

Aunque, a la espera de ver a qué conclusiones llegan los responsables políticos, el estudio les da alguna pistas. Adoptar medidas más transparentes, ser responsables, rendir cuentas de sus actuaciones, establecer mecanismos para evaluar el rendimiento de las leyes de la cámara o los planes de la administración, así como reconocer los derechos de los extranjeros y rebajar la edad del sufragio activo.

Si el estudio les ha parecido interesante y pagarían por él, sepan que ha costado 24.218,32 euros. Eso sí, el dinero ha servido exclusivamente para sufragar los estudios que sustentan el estudio, porque según Saura, ni el ex conseller Vallés ni su equipo han visto un céntimo.

El conseller de Interior, Relaciones Institucionales y Participación, Joan Saura, tiene fama de encargar estudios sobre todo lo que ocurre en Cataluña, desde la felicidad de los catalanes hasta el impacto medioambiental del AVE o la familia y la diversidad sexual. El último que ha puesto sobre la mesa aborda el problema de la desafección política (expresión que ha puesto de moda el propio presidente José Montilla). Ayer lo presentó a los medios de comunicación.

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