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Vecinos y policías de Coslada apuntan a ex alcaldes y concejales como responsables
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OPERACIÓN CONTRA LA EXTORSIÓN POLICIAL

Vecinos y policías de Coslada apuntan a ex alcaldes y concejales como responsables

Todos los alcaldes y concejales de Seguridad de Coslada que tuvieron como jefe de la Policía Local a Ginés Jiménez Buendía recibieron denuncias sobre el comportamiento

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Vecinos y policías de Coslada apuntan a ex alcaldes y concejales como responsables

Todos los alcaldes y concejales de Seguridad de Coslada que tuvieron como jefe de la Policía Local a Ginés Jiménez Buendía recibieron denuncias sobre el comportamiento del oficial por parte de diversos agentes y vecinos, pero ninguno actuó para poner freno al sheriff, ahora detenido junto con 25 de sus agentes (siete de ellos fueron puestos en libertad el viernes) en el marco de la Operación Bloque acusado de dirigir una red de extorsión. Así se desprende del testimonio del sargento de la policía de Coslada Gervasio Villaverde, liberado del sindicato CSI-CSIF, y del presidente de la Agrupación Republicana de Coslada, Sesbastián Vegas.

Los problemas del sargento Sánchez y otros agentes con Jiménez comenzaron hace más de una década, cuando el alcalde de la localidad era José Huélamo (1981-1999), que militó en el PC, IU y acabó formando su propio grupo, la Plataforma de Izquierda de Coslada (PIC). Sánchez afirmó que había denunciado vejaciones, humillaciones y otros problemas laborales “de palabra y por escrito”, sin que Huélamo diera trámite a ninguna de las quejas. El horizonte pareció despejarse tras las elecciones de 1999, cuando el socialista Juan Granados accedió a la alcaldía. Granados abrió varios expedientes contra Jiménez, quien estuvo suspendido de empleo y sueldo hasta que misteriosamente recuperó su cargo. Según Sánchez, el cambio de actitud del alcalde llegó al punto de calificar a Jiménez, ante el entonces líder de los socialistas madrileños, Rafael Simancas, como “el mejor oficial de la Comunidad de Madrid”.

La lucha de Sánchez y otra docena de agentes prosiguió cuando Raúl López (PP) se hizo en 2003 con el bastón de mando de la localidad pactando con el PIC de Huélamo, quien exigió ocuparse del área de Seguridad. De este modo Jiménez se afianzó al frente de la Policía y, de acuerdo con Sánchez, “se incrementó el caos”. “Pese a las denuncias reiteradas, López tampoco hizo caso”, indicó el sargento, quien también trasladó las quejas de dueños de establecimientos que “se sentían obligados a pasar por el despacho de Jiménez para no tener problemas”. Además, Sánchez apuntó que se había entrevistado con el actual alcalde, Ángel Viveros (PSOE), y el concejal de Seguridad, Antonio Murillo (PIC) para volver a denunciar las prácticas del jefe policial. “Tampoco hicieron caso”, concluyó el sargento.

Los policías díscolos denunciaron las diferentes represalias de Jiménez como ser apartados del servicio normal, la no concesión de días libres y otras humillaciones que terminaban en la advertencia del oficial: “Estás conmigo o estás contra mí”. Fruto de esta pugna, Jiménez será juzgado el próximo 9 de julio por injurias vertidas contra cinco de sus subordinados: Sánchez y los agentes Julián Martín-Pozuelo, Juan José Álvarez, Roberto García y Pedro Jiménez. Según la denuncia, el jefe de Policía atribuyó a estos agentes el incendio de un vehículo policial, la introducción de un animal muerto en el coche de un compañero y el envío de escritos anónimos contra la jefatura.

Carta a Bermejo

Por su parte, Vegas aseguró que su asociación pretende personarse como acusación en la causa y que exigirán responsabilidades políticas. “Lo de Ginés era la crónica de una muerte anunciada, y los políticos serán los próximos en caer, antes o después”, señaló Vegas, cuyas investigaciones realizadas en los últimos años podrían relacionar a responsables del gobierno local con la actuación del jefe policial. Asimismo, Vegas cuenta con las cartas que envió a los responsables de ayuntamiento y al ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, alertando de la situación que se vivía en el municipio.

Teresa Sirera, portavoz del Sindicato Profesional de Policías Municipales de España, expresó su “sorpresa” por lo sucedido en Coslada y recordó que el alcalde es legalmente el “jefe directo de la policía”, y está obligado a velar por el buen funcionamiento del cuerpo. Por ello, aseguró que “no entendían como no se había cortado antes”. Para Sirera, uno de los problemas fundamentales en Coslada era la escasez de mandos intermedios, que dejaba a los agentes desprotegidos ante Jiménez. La portavoz del sindicato expresó su preocupación por la mala imagen que estos hechos trasladaban a la opinión pública de los policías municipales, quienes aparecen en ocasiones como “la guardia pretoriana de determinados alcaldes”.

Todos los alcaldes y concejales de Seguridad de Coslada que tuvieron como jefe de la Policía Local a Ginés Jiménez Buendía recibieron denuncias sobre el comportamiento del oficial por parte de diversos agentes y vecinos, pero ninguno actuó para poner freno al sheriff, ahora detenido junto con 25 de sus agentes (siete de ellos fueron puestos en libertad el viernes) en el marco de la Operación Bloque acusado de dirigir una red de extorsión. Así se desprende del testimonio del sargento de la policía de Coslada Gervasio Villaverde, liberado del sindicato CSI-CSIF, y del presidente de la Agrupación Republicana de Coslada, Sesbastián Vegas.