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Pizarro se come a Rajoy
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Pizarro se come a Rajoy

Veni, vidi, vici. O dicho con más exactitud, llegó, habló y se hizo con la rueda de prensa. El flamante número dos de la lista del

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Pizarro se come a Rajoy

Veni, vidi, vici. O dicho con más exactitud, llegó, habló y se hizo con la rueda de prensa. El flamante número dos de la lista del PP por Madrid, Manuel Pizarro, hizo gala ayer de sus dotes mediáticas, hasta el punto de que, al terminar una rueda de prensa en la que el protagonista absoluto fue él, casi todo el mundo encontraba un parecido extraordinario entre el ex presidente de Endesa y el presidente de la República francesa, Nicolás Sarkozy. De hecho, nadie se fijaba en Rajoy. Pizarro le había ‘comido’ todo el protagonismo.

Pizarro desplegó ayer todas sus armas de seducción: encantador, sincero, abierto, complaciente y no rehuyó ninguna pregunta. Rajoy le observaba con cierta estupefacción. A la rueda de prensa acudió un número de periodistas fuera de lo normal y, sobre todo, de medios gráficos en busca de la imagen de la semana, la más deseada después de la de las lágrimas de Gallardón.

Y Pizarro obsequió a las cámaras con todo tipo de poses, conduciendo a Rajoy de un lado al otro del estrado para agradar a cámaras y fotógrafos y ofrecerles su lado más cercano. El lado que quieren ver los votantes, el de un hombre que dice las cosas claras y no se esconde detrás de frases elocuentes ni palabras rebuscadas. “He venido aquí a sudar la camiseta”, afirmaba un hombre con la vida más que resuelta.

Convencido de que sus gestos van a tener tanta o más importancia que sus palabras, ayer hizo uno que le reconocerá todo el partido: afiliarse. Y lo hizo con el aval de dos pesos pesados del PP, el propio Rajoy y su más íntimo amigo, José María Aznar, la persona que le dio el último empujoncito para aceptar la oferta que le había hecho el líder de los ‘populares’. Y sin más dilación, estrenó su despacho en la planta primera de Génova 13, un despacho moderno, con mucho ventanal: todo sea por la transparencia.

Rajoy destaca su vertiente jurídica

Sobre el futuro de Pizarro, el líder del PP, Mariano Rajoy, no quiso hacer pronósticos, pero después de referirse, escuetamente, a su lado más económico, Rajoy hizo un especial hincapié en su vertiente más jurídica, recordando que Pizarro es abogado del Estado y señalando lo mucho que asuntos como la reforma del modelo territorial o la Constitución agradan al ‘fichaje estrella’ de su partido, de quien recordó que había sido secretario general técnico del Ministerio de Administraciones Públicas.

Una referencia extensa a la formación jurídica y constitucionalista de Pizarro que avala la tesis, expuesta por este diario, de que el nuevo ‘número dos’ de Rajoy se decanta por el área jurídico-política del Gobierno si el PP gana las elecciones, antes que por la económica, que tiene otras novias. Con todo, Pizarro no eludió ayer referirse a cuestiones económicas preguntadas por los periodistas, y así afirmó que “el dinero donde mejor está es en el bolsillo del contribuyente”.

Una clara apuesta por la rebaja fiscal ya prometida por Mariano Rajoy y que, según Pizarro, será el eje de la campaña electoral. Tampoco rehuyó preguntas sobre la presunta animadversión que despierta en Cataluña: “Yo nunca dije, y les pido a ustedes que acudan a las hemerotecas, que prefería una OPA alemana a una OPA catalana”, aseguró, para añadir que una OPA “es una subasta” en la que unos, Gas Natural, ofrecieron lo que él llamó “papelillos” por Endesa y otros pagaron más de cuarenta euros por acción.

Veni, vidi, vici. O dicho con más exactitud, llegó, habló y se hizo con la rueda de prensa. El flamante número dos de la lista del PP por Madrid, Manuel Pizarro, hizo gala ayer de sus dotes mediáticas, hasta el punto de que, al terminar una rueda de prensa en la que el protagonista absoluto fue él, casi todo el mundo encontraba un parecido extraordinario entre el ex presidente de Endesa y el presidente de la República francesa, Nicolás Sarkozy. De hecho, nadie se fijaba en Rajoy. Pizarro le había ‘comido’ todo el protagonismo.

Manuel Pizarro