Artur Mas, contra la abstención: elección directa de los alcaldes y “código deontológico” de sus cargos

Un documento interno de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), partido liderado por Artur Mas, propone “una modificación del régimen electoral municipal y, en este sentido, se recomienda que se estudie la posibilidad de elección directa del alcalde por parte de los electores”. Este documento fue elaborado por la Comisión de Desafección Política, bajo la dirección del diputado Carles Campuzano.

Sectores del partido quieren incorporar elementos de este estudio a la operación de la refundación del catalanismo que ha iniciado Mas. “Algunas líneas de actuación pueden servir para ‘dar músculo’ a las propuestas que haga Mas después de la conferencia del 20 de noviembre, cuando presentará públicamente su proyecto”, asegura una fuente convergente a El Confidencial.

Una de las preocupaciones que tiene la dirección de CDC y que pone de relieve el texto es el crecimiento del voto en blanco y el distanciamiento entre la clase política y los ciudadanos. Para ello, apuesta también –además de la elección directa del alcalde- por una ley electoral catalana ”que debe nacer del consenso político y social”.

El partido nacionalista se inclina “por el sistema electoral de doble voto, proporcional y personalizado, donde cada elector dispone de dos votos en una misma papeleta: un voto a una lista cerrada de partido; y un voto a un candidato individual de su distrito electoral (comarca o, en el caso de Barcelona, distrito municipal)”.

Convergència quiere también crear un “código deontológico” obligatorio para los cargos públicos. Además, apuesta por que el partido refuerce “los mecanismos para velar por el cumplimiento de los acuerdos de sus congresos. En la actualidad, en el marco del consejo nacional ya hay una comisión que se ocupa. Probablemente, convendría darle un estatus más elevado, que fuese el mismo congreso quien escogiese una comisión de vigilancia, la pertenencia a la cual fuese incompatible con otros cargos dentro de la organización”.

Fruto de esta estrategia sería la celebración de una conferencia nacional de la formación el primer día de cada curso político para aprobar “un documento de orientación política general”. El texto subraya que “la fuerza de CDC no es que todo el mundo piense igual, sino que pueda mostrar al país su capacidad de aglutinar y poner de acuerdo a gente de sensibilidades diversas”.

Intelectuales

En la redacción del extenso documento han participado también intelectuales como Salvador Cardús, Joan Prats o Joaquim Colomines. En su exposición de motivos, afirma que “la regeneración de la política sólo puede surgir de la política misma” y hace hincapié en la necesidad de que “la gente vuelva a percibir que la política es importante”.

Asimismo, establece tres iniciativas de Convergència: “Comprometerse a destacar, en cada campaña electoral, aquellos hechos que son relevantes”; hacer un esfuerzo “de proximidad para explicar el uso de los votos recibidos y no sólo cuando vienen elecciones”; y tercero, “entender que los representantes elegidos están obligados a pulsar el estado de opinión de la sociedad. Los cargos electos de CDC han de estar constantemente en contacto con la gente, con el propósito de consultarla y escucharla”.

No obstante, como respuestas concretas de CDC a la realidad política, propone una quincena de puntos que son un compendio de generalidades. Uno de ellos, por ejemplo, aboga por “la alianza natural de CDC con la gente “normal” de todo el país”. Otro es “la renuncia explícita a la demagogia, a los tópicos, a las etiquetas y al electoralismo superfluo”. El otro apuesta por “el respeto por la palabra dada, por la promesa realizada, defensa de la coherencia”.