PSOE y PP se juegan el Gobierno de Baleares en los escándalos de Ibiza

Unos y otros lo confiesan: “Vamos a muerte”. Los dos partidos nacionales mayoritarios han convertido las Islas Baleares es uno de sus objetivos prioritarios. La sangría tendrá proporciones mayúsculas, a tenor del arranque de la pelea. Se juegan el Gobierno de la autonomía, ahora dirigido por Jaume Matas (PP), y la ciudad más importante en manos socialistas de las Islas, Ibiza.

El Gobierno de Baleares se decidirá el próximo 27 de mayo por un solo diputado, que es la diferencia que separa ahora al PP -en el poder- del PSOE. Los estudios demoscópicos apuntan a que puede haber una variación del voto en Ibiza, isla que escoge a doce parlamentarios (uno más en la cercana Formentera). Y esas mismas encuestas revelan que la primera preocupación de los ibicencos es la corrupción, seguida del excesivo desarrollo urbanístico. La batalla está servida.

En Ibiza, el ex secretario general de los socialistas locales Roque López ha desatado el gran escándalo, revelado ayer por El Mundo y COPE, y del que se esperan nuevas entregas, como suele estilar Pedro J. Ramírez. Se trata de doce horas de grabaciones, en las que López relata a su ex colaboradora Sandra Mayans, por ejemplo, que el PSOE pactó una comisión ilegal de 1,5 millones de euros a cambio del Eivissa Centre, el mayor proyecto urbanístico de la ciudad. El nombre del pagador no tiene desperdicio: Antonio Pinal, el constructor favorito de Luis Roldán, el gran corrupto de la anterior etapa socialista.

Las revelaciones afectan directamente al candidato socialista al Consejo de Ibiza, Xico Tarrés, ya que era el alcalde de la ciudad cuando se produjeron estos presuntos sobornos de la constructora Brues. La interlocutora, Mayans, que era próxima a López, es la número tres en la lista municipal.

“Estamos preparados para lo que viene. Sabemos que el PP va a implicar a miembros de la Ejecutiva Federal, pero nos vamos a defender y vamos a ir a muerte”. Así de explícitas se muestran fuentes socialistas. Están convencidas de que los sucesivos misiles “apuntan hacia Ferraz”, en concreto hacia José Blanco, secretario de Organización, y Francesc Antich, candidato al Govern balear. Para salir al paso, el PSOE ya tiene preparada una batería de acciones legales para cada denuncia. “A cada acusación, habrá una demanda”.

Los socialistas sostienen que “no ha habido financiación irregular. Y si ha habido algo, afecta a López y a sus amistades peligrosas, como Abel Matutes”. El ex ministro de Asuntos Exteriores, todo un poder en la isla, es señalado por estas fuentes como la persona que podría estar detrás de este “caso de venganza. Así de claro, es una venganza de López. Lo teníamos controlado desde hace un año por sus amistades y le forzamos a irse”.

Con todo, las acusaciones socialistas no son del todo exactas. El PSOE ibicenco atraviesa por una larga crisis y, precisamente, López, con quien fue imposible contactar ayer, fue uno de los sacrificados dentro de una maniobra que lideró Ferraz, como en su día reveló este diario.

En el otro lado del ring, los populares se muestran igual de tajantes: “Vamos a muerte”. Consideran “un escándalo” la corrupción descubierta en la ciudad. Además, los dirigentes del PP la isla están cansados de que el PSOE utilice la construcción de una infraestructura -la autopista hacia el aeropuerto de Ibiza- como bandera sobre la que aglutinar a la izquierda y a la que llegaron a sumarse más de 30.000 personas en una manifestación.