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Despedida a Loyola de Palacio: “Rodrigo Rato tiene que estar roto”
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Despedida a Loyola de Palacio: “Rodrigo Rato tiene que estar roto”

“Rodrigo tiene que estar roto”, decían ayer personas del entorno del actual director gerente del FMI, Rodrigo Rato. Y es que Rato y Loyola de Palacio

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Despedida a Loyola de Palacio: “Rodrigo Rato tiene que estar roto”

Rodrigo tiene que estar roto”, decían ayer personas del entorno del actual director gerente del FMI, Rodrigo Rato. Y es que Rato y Loyola de Palacio han compartido juntos una vida política muy intensa. Prácticamente empezaron juntos en Alianza Popular, y siempre mantuvieron una unidad en el discurso y en la estrategia como pocas veces se ha visto en la política española. Rato y Loyola formaban equipo, no solo como amigos, sino como compañeros, con los principios firmes y claros.

“Sabes que mi candidato era Rodrigo, pero desde este mismo momento me pongo a tu disposición para lo que quieras”, le dijo Loyola a Mariano Rajoy una vez que este fue designado sucesor por Aznar. Y ayer Rajoy estuvo a punto, varias veces, de llorar de tristeza. No hay nadie en el PP que no sienta la muerte de Loyola. Rato y Rajoy compartirán hoy, ya empezada la tarde, el último abrazo a una mujer que lo dio todo por su partido y por sus amigos.

Será en Markina, Vizcaya, de donde salga el féretro en dirección a Deba, Guipúzcoa, para ser enterrada en el panteón familiar. Y es que, no habiendo nacido allí, Loyola de Palacio del Valle Lertxundi ejercía de vasca hasta la médula, y por eso ayer toda la familia vasca no nacionalista se unía en una frase del Foro Ermua: “Se nos ha ido Loyola de Palacio, pero nadie nos la arrebatará de nuestra memoria y de nuestros corazones”.

Rajoy ha retrasado hasta esta tarde la clausura de la Conferencia de Economía y Política Social del PP, lógicamente para estar en primera fila en el funeral y posterior entierro, al que Rato llegará desde Washington, destrozado por la pérdida de una amiga a la que se sentía muy unido. José Folgado, quien fuera secretario de Estado de Energía con Rato, precisamente, será quien la sustituya en la mesa que se inicia hoy a las diez de la mañana, en la que estaba previsto que Loyola hiciera de moderadora.

Lo hará en presencia de una corona de flores que recordará a quien quería haber estado presente en un acto que, de alguna manera, la recuperaba para la política de calle y de trinchera. Y es que, todavía subida al coche oficial como comisaria europea cuando el PP perdió las elecciones, Loyola se quedó fuera del reparto de migajas después de que la mayoría de altos cargos del PP se quedaran compuestos y sin despacho oficial.

La Presidencia del Comité de Exteriores no parecía suficiente para quien estaba habituada a desplegar una capacidad de trabajo solo igualable por quien fuera su mentor, Manuel Fraga. Por eso, cuando hace año y medio Rajoy la puso a trabajar en la cuestión energética, un asunto que cobraba protagonismo con los movimientos hechos por el Gobierno en el sector, Loyola comenzó una tarea casi desproporcionada que debía culminar hoy en la presentación de un extenso y consistente trabajo.

Aznar, Esperanza, Pastor....

Aznar y su mujer, Ana Botella, no podían ocultar a las puertas del domicilio familiar madrileño, de donde partió ayer su féretro camino del País Vasco, la profunda tristeza que también les embargaba. Loyola había trabajado muy intensamente a favor de su llegada al poder... le debían mucho a esa mujer trabajadora incansable. Esperanza Aguirre no podía articular palabra y la consternación de Ana Pastor, amiga personal de Loyola, era muy patente.

Rodrigo tiene que estar roto”, decían ayer personas del entorno del actual director gerente del FMI, Rodrigo Rato. Y es que Rato y Loyola de Palacio han compartido juntos una vida política muy intensa. Prácticamente empezaron juntos en Alianza Popular, y siempre mantuvieron una unidad en el discurso y en la estrategia como pocas veces se ha visto en la política española. Rato y Loyola formaban equipo, no solo como amigos, sino como compañeros, con los principios firmes y claros.