Zapatero tira de Rubalcaba para salvar los Presupuestos y desautoriza a López Garrido

El presidente del Gobierno ha tenido que recurrir a su GEO particular para salvar in extremis las cuentas públicas. Alfredo Pérez Rubalcaba, ministro del Interior, ha sido el encargado de llevar el último tramo de las negociaciones con los partidos políticos en vista del riesgo real que existía de que el Congreso rechazara hoy los Presupuestos Generales del Estado para 2007, lo que provocaría un adelanto electoral.

La intervención de Rubalcaba se produjo a partir del pasado fin de semana y la intención del ministro era mantenerla en secreto, según ha podido saber este diario. Mediación encargada por José Luis Rodríguez Zapatero quien, de esta forma, desautoriza al portavoz del grupo parlamentario socialista, Diego López Garrido, que era el teórico negociador.

Fuentes socialistas aseguran que en el Gobierno no se confía del todo en el portavoz socialista, en especial la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega. La razón reside en que López Garrido no consultó con el Ejecutivo el anuncio que realizó este verano sobre una iniciativa legislativa encaminada a otorgar el derecho de voto a los inmigrantes.

De la Vega montó en cólera al conocer su declaración. Es más, la pasada semana, la vicepresidenta se trasladó al Congreso para llevar personalmente las negociaciones con los grupos parlamentarios sobre un Pacto de Estado en materia de inmigración.

En el caso de Rubalcaba, su designación va más allá. Zapatero confía cada día más en su ministro del Interior debido a su participación en la negociación con la banda terrorista ETA y a su reciente pasado como portavoz parlamentario.

Rubalcaba y López Garrido trabajaban ayer a contrarreloj para evitar que prosperaran las cinco enmiendas a la totalidad presentadas (de PP, CiU, PNV, ERC y EA). El portavoz socialista fue quien ultimó las negociaciones con el PNV, partido con el que mantuvo un encuentro hasta altas horas de la noche.

Los siete diputados del PNV tienen previsto retirar su enmienda y apoyar las cuentas públicas, por lo que el PSOE logrará una mayoría suficiente para que los Presupuestos no sean devueltos al Gobierno. Queda por cerrar “algunos flecos”, según su portavoz económico Pedro Azpiazu. El pasado miércoles, este partido había transmitido al PSOE su voto afirmativo pero, a última hora, presentó una enmienda a la totalidad.

El Gobierno necesita del apoyo de 176 diputados para que las enmiendas no prosperen. Ayer tenía garantizados 169 votos (163 del PSOE, 3 de CC, 2 de BNGA y 1 de CHA). La razón por la que el grupo socialista tiene un voto de menos reside en que uno de sus diputados, Francisco Garrido, portavoz Confederal de Los Verdes, anunció su abstención.

Además, los cinco diputados de IU-ICV apoyarán los Presupuestos si ven que prosperan las enmiendas a la totalidad, aunque desean mantener su abstención.

No se descarta también que CiU apoye los Presupuestos. Su portavoz, Josep Antoni Duran i Lleida, se mostró ayer dispuesto a acercar posiciones si el Gobierno mejora las inversiones del Estado en Cataluña –discrepan en unos 500 millones de euros-, pensiones y ejecución presupuestaria. Si hubiera avances podría “reprensar” su enmienda a la totalidad.

Apoyo a las cuentas de Ibarretxe

El PSOE ofreció un quid pro quo al PNV, según fuentes conocedoras de las conversaciones. Si éste se abstiene, el PSE-EE facilitará la aprobación de los presupuestos del Gobierno que preside Juan José Ibarretxe.