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La deuda de la banca no se ha reducido nada en tres años de crisis
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SIGUE EN EL 30% DEL CRÉDITO

La deuda de la banca no se ha reducido nada en tres años de crisis

Las comunidades autónomas no son las únicas que no han reducido su endeudamiento en el transcurso de la crisis. La banca tampoco lo ha hecho, a

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La deuda de la banca no se ha reducido nada en tres años de crisis

Las comunidades autónomas no son las únicas que no han reducido su endeudamiento en el transcurso de la crisis. La banca tampoco lo ha hecho, a pesar de la caída del crédito, que en teoría reduce las necesidades de pedir prestado dinero en los mercados. Su apalancamiento se situaba en un 30% del crédito al sector privado (esto es, un 30% del crédito no estaba financiado por depósitos) al cierre de 2007, y a 31 de diciembre de 2010 la cifra era exactamente la misma.

Así se desprende de un estudio realizado por Aristóbulo de Juan, ex director general del Banco de España y del Fondo de Garantía de Depósitos (en cuyo mandado intervino 33 bancos) sobre el apalancamiento de la banca en los últimos años, sobre la base de datos oficiales del supervisor.

¿A qué se debe que se mantenga este nivel tan elevado de deuda si la banca -el conjunto de bancos y cajas- ha cerrado el grifo del crédito desde hace ya muchos meses? De Juan, que intervino ayer en los cursos de la Universidad Menéndez Pelayo, lo achaca a que la banca utiliza la liquidez que puede obtener en los mercados a otras tres cosas. La primera es atender los vencimientos de deuda, que son muy elevados y son la prioridad absoluta para evitar incurrir en impago.

La segunda es algo de lo que ya alertaba El Confidencial hace casi dos años: refinanciar los créditos malos -normalmente concedidos a las grandes empresas del ladrillo- con recapitalización de intereses, porque "si no lo hacen, el cliente gordo pincha y yo también pincho, porque tengo que asumir la pérdida". Si aún queda algo de liquidez, su tercer destino es comprar deuda pública.

Estas tres actividades son las que privan de crédito a las pymes solventes. "Hay una idea de que no hay una demanda de crédito solvente, pero sí la hay; el problema es que no queda liquidez para esos clientes", según este experto, que añade que "la banca no está haciendo los suficiente para cerrar esa brecha, que justificaría la guerra de depósitos, pero no está dando los frutos deseados".

De Juan hizo una crítica muy dura de las medidas adoptadas hasta ahora para resolver la crisis del sistema financiero español, que calificó de "soluciones contables y regulatorias pero no económicas". El problema, a su juicio, es que se basaban en premisas equivocadas, principalmente en que los precios de la vivienda se iban a recuperar en un plazo reducido.

El resultado es la situación actual: márgenes y volúmenes de negocio en declive, empeoramiento de la eficiencia, fusiones políticas o diseñadas artificialmente, pocos avances en el cambio de gestores y la despolitización, desconfianza de los mercados en las cuentas del sector y ausencia de crédito.

El sector necesita entre dos y cuatro veces los estimado por el FROB

En su opinión, si partimos de que los precios de la vivienda van a tardar mucho en recuperarse (y los del suelo nunca lo harán), las necesidades de capital son entre dos y cuatro veces las calculadas por el FROB (15.000 millones) y no sirve de nada la política de provisiones graduales de los activos malos, que no producen ingresos pero sí costes. Ni tampoco es factible vender las cajas sin sanearlas antes porque ahuyentan a los inversores.

Su propuesta es la creación de un banco malo a nivel estatal que se quede toda la "basura" de la banca, la gestione y la liquide. Su volumen ascendería al menos a 50.000 millones y debería estar financiado al 50% por el FROB (dinero público) y al 50% por el Fondo de Garantía (dinero de las entidades), para que no lo pague todo el contribuyente. No obstante, reconoce que ahora mismos es una solución imposible políticamente (ya hay fusiones irreversibles) y fiscalmente, por el impacto que tendría en la deuda.

Las comunidades autónomas no son las únicas que no han reducido su endeudamiento en el transcurso de la crisis. La banca tampoco lo ha hecho, a pesar de la caída del crédito, que en teoría reduce las necesidades de pedir prestado dinero en los mercados. Su apalancamiento se situaba en un 30% del crédito al sector privado (esto es, un 30% del crédito no estaba financiado por depósitos) al cierre de 2007, y a 31 de diciembre de 2010 la cifra era exactamente la misma.

Asociación Española de Banca (AEB) Deuda Tarjetas de crédito