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El fiasco de Atento pone contra las cuerdas las OPV de Bankia y Banca Cívica
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ELEVA LA PRESIÓN SOBRE LAS CAJAS PARA BAJAR EL PRECIO

El fiasco de Atento pone contra las cuerdas las OPV de Bankia y Banca Cívica

La mala acogida que ha tenido la Oferta Pública de Venta (OPV) de Atento ha incrementado la espesura de los nubarrones que se ciernen sobre las

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El fiasco de Atento pone contra las cuerdas las OPV de Bankia y Banca Cívica

La mala acogida que ha tenido la Oferta Pública de Venta (OPV) de Atento ha incrementado la espesura de los nubarrones que se ciernen sobre las salidas a bolsa de las cajas españolas. “Si Telefónica ha tenido que bajarse los pantalones con su filial de call center, qué no tendrán que hacer Bankia y Banca Cívica si quieren salir a bolsa en las próximas semanas”, sentenciaba ayer el presidente de un banco internacional.

Es decir, la presión para que las cajas bajen su valoración aumenta notablemente, pero tienen un suelo: no pueden vender más del 50% de los bancos que sacan a bolsa, lo que significa que no pueden aplicar un descuento excesivo. Si las cajas no mantienen la mitad del capital del banco cotizado, pierden su condición de entidades de ahorro y pasan a ser fundaciones. Eso supone que dejan de tener el control de la sociedad y, por tanto, sus administradores –comunidades autónomas, ayuntamientos y sindicatos- no pueden mandar.

 “Hay mucha aversión de los extranjeros a comprar cualquier cosa que huela a España”, explica uno de los colocadores de Atento con más de 20 años de experiencia en el negocio, el cual da claves para intuir lo que espera a las dos cajas que quieren estrenarse en el parqué en la primera quincena de julio.

Atento es un bombón de empresa, con la mitad de su facturación procedente de Brasil, con un cliente que le asegura el 85% de sus ingresos (Telefónica) y con unos grandes márgenes. Pues ni por ésas”, añadían fuentes próximas a la OPV de la filial de atención al usuario de la primera multinacional española. Telefónica se vio obligada ayer a rebajar un 22% el precio de sus acciones, hasta situarlo por debajo del rango orientativo y no vinculante, para poder venderlas. El estreno se ha retrasado un día, hasta el próximo martes 14, por las dificultades de a la demanda.

“Lo que ha hecho Telefónica es de una gran valentía porque podría haber suspendido la colocación, como han hecho otras empresas recientemente. Pero las cajas no tienen tanto margen para bajar el precio porque su participación se quedaría por debajo del 50% y entonces perderían el control”, argumenta un alto directivo de otro banco extranjero.

El dilema de las cajas

Las cajas están obligadas a captar un capital prefijado para cumplir los requisitos del Gobierno: 1.795 millones en el caso de Bankia, aunque pretende hacerse con un mínimo de 3.000. Banca Cívica no necesita una cifra determinada si logra vender el 20% del capital -el requisito de ratio de solvencia bajaría del 10% al 8%, que cumple actualmente-, lo cual supondría 737 millones si saliera a valor en libros. No obstante, ha anunciado que quiere captar 900 millones.

Al estar predeterminado el dinero con el que quieren hacerse, la cuestión es qué porcentaje del capital supone, lo cual depende de la valoración. En ambos casos, el mínimo para mantener el 50% del accionariado es una valoración aproximada de 0,5 veces el valor en libros. Si los inversores no están dispuestos a pagar tanto, tendrán que elegir entre convertirse en fundaciones o acudir al FROB.

Las cajas se aferran al argumento de que Atento “es un activo distinto que se dirige a un inversor con otro perfil”. Sin embargo, el mercado está mostrando una alta correlación entre los distintos sectores en las últimas caídas (Telefónica ha caído casi lo mismo que Sabadell o Popular en el último mes). Y además, es precisamente el financiero el que peor se está comportando y el que está arrastrando a la baja al resto del mercado.

El inversor manda

Los inversores tienen la sartén por el mango, saben que las cajas salen obligadas a bolsa y van a presionar todo lo posible por bajar el precio”, señala un analista especializado. Un gestor de fondos añade que “las OPV se dividen en price setter, donde la empresa puede fijar el precio que quiera porque hay interés en el mercado, y price taker, donde tiene que aceptar el precio que le ofrezcan porque no hay demanda suficiente; ése es el caso de las cajas”.

La directora senior de entidades financieras de Fitch, Carmen Muñoz, señaló ayer que "salir a bolsa es un reto muy grande porque el entorno de mercado es muy malo. Hay interés entre los inversores, en España tenemos franquicias de banca retail muy interesantes, pero la cuestión es a qué precio".

La mala acogida que ha tenido la Oferta Pública de Venta (OPV) de Atento ha incrementado la espesura de los nubarrones que se ciernen sobre las salidas a bolsa de las cajas españolas. “Si Telefónica ha tenido que bajarse los pantalones con su filial de call center, qué no tendrán que hacer Bankia y Banca Cívica si quieren salir a bolsa en las próximas semanas”, sentenciaba ayer el presidente de un banco internacional.

Salidas a bolsa Rodrigo Rato