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Créditos rápidos, alternativa cara para necesidades o caprichos
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Créditos rápidos, alternativa cara para necesidades o caprichos

La ortodoncia del niño, los costes de una boda, unas vacaciones o un televisor de plasma pueden ser algunas de las necesidades o caprichos al alcance

La ortodoncia del niño, los costes de una boda, unas vacaciones o un televisor de plasma pueden ser algunas de las necesidades o caprichos al alcance de cualquiera a través de los créditos rápidos, una fórmula cuyos crecimientos para este año podrían situarse en un 25 por ciento, según fuentes del sector.

"Date un capricho", reza la publicidad de algunas de las compañías especializadas en este tipo de productos, que ofrecen préstamos por importes bajos (entre 500 y 6.000 euros) en 24 ó 48 horas con periodos de amortización de hasta cinco años y con un interés anual que ronda el 20 por ciento.

El problema, señalan varias asociaciones de consumidores consultadas por Efe, es que el capricho puede salir muy caro y aumentar rápidamente el endeudamiento de sus peticionarios. Pueden servir para tapar agujeros y resultar positivos en ciertas circunstancias, afirma el presidente de la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae), Manuel Pardos, pero "si se usan con precaución y con conocimiento de todas las condiciones".

Las empresas que se dedican a este negocio han incrementado sus números en los pocos años que llevan implantadas en España. Así Cofidis, una de las líderes del mercado, cerró el ejercicio 2005 con un beneficio neto de 13,31 millones de euros, lo que supone un incremento del 31 por cien respecto a los 10,1 millones de 2004 y el volumen de crédito gestionado alcanzó los 383,4 millones de euros.

En 2001 tenía 259.000 clientes que en 2006 se han convertido en 658.000; en los primeros meses de 2006 se han alcanzado los 780.000 y espera llegar al millón el próximo año.

Además, la empresa asegura que el 40 por cien de los clientes vuelve a pedir otro crédito pasado algún tiempo. El perfil del usuario corresponde a familias urbanas de edades con uno o dos hijos e ingresos en torno a los 1.300 euros mensuales a los que no se les pregunta en qué van a gastar el dinero.

Esta es una de las claves del éxito, afirman las asociaciones de consumidores, que advierten de que muchos de los solicitantes parten de una situación de endeudamiento debido a la acumulación de otros créditos anteriores, por lo que acuden a esta fórmula. "La gente solo ve que le van a conceder dinero rápido, que luego finalmente no es tan rápido -las empresas se aseguran de la solvencia del cliente- y no atienden a las condiciones del préstamo", asegura Ana Nardiz, de los servicios jurídicos de la Asociación de Usuarios de Banca (Ausbanc).

A veces el tipo de interés que se publicita "es un gancho y se esconde el TAE", agrega. "La publicidad es en ocasiones incompleta y el cliente debería tener derecho a pedir el crédito con tranquilidad para poder examinarlo con detenimiento y no terminar en una situación de endeudamiento", agrega.

En este sentido, Nardiz valora positivamente el anteproyecto de Ley sobre Comercialización a Distancia de Servicios Financieros aprobado en julio y que otorga 14 días al consumidor para desistir de un contrato a distancia sin indicar motivos y sin penalización. "La norma constituye un paso adelante, pero hay que conseguir que el cliente esté más informado, para lo cual la Administración pública debería llevar a cabo campañas sobre estos productos, que pueden ser muy buenos si se conocen bien las condiciones", explica.

Por ello, Manuel Pardos recomienda informarse bien de las condiciones reales del crédito, realizar un cálculo del precio final con las cuotas que se van a pagar y consultar si no es preferible acudir a un producto de la banca tradicional con intereses del 8 ó 10 por cien.

A su juicio, existe una "incitación agresiva" a adquirir estos productos. La clave para evitar problemas: "organizar bien las finanzas familiares y hacer un buen uso de los créditos para vivir bien y no para tener problemas y vivir mal posteriormente", concluye Pardos.

La ortodoncia del niño, los costes de una boda, unas vacaciones o un televisor de plasma pueden ser algunas de las necesidades o caprichos al alcance de cualquiera a través de los créditos rápidos, una fórmula cuyos crecimientos para este año podrían situarse en un 25 por ciento, según fuentes del sector.