Es noticia
“Quiero un juez imparcial”
  1. Economía
MIGUEL BLESA, YA EN LIBERTAD, IRÁ CONTRA EL MAGISTRADO SILVA PACHECO

“Quiero un juez imparcial”

El expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, ha dormido en casa, junto a su familia. Allí llevaban quince días esperando que saliera de la cárcel porque su

Foto: “Quiero un juez imparcial”
“Quiero un juez imparcial”

El expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, ha dormido en casa, junto a su familia. Allí llevaban quince días esperando que saliera de la cárcel porque su prisión había sido “una decisión injusta por parte de un juez parcial”. Una vez que sus abogados han logrado sacarlo de Soto del Real, su próximo objetivo será el magistrado Elpidio José Silva Pacheco, el hombre que le ha encarcelado en dos ocasiones.

Tanto los letrados como la Fiscalía están estudiando querellarse contra él por un delito de prevaricación ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Fuentes de la carrera judicial sostienen que el instructor tiene los días contados. El propio Consejo General del Poder Judicial está pensando en tomar cartas en el asunto y podría suspenderle de manera cautelar hasta que un tribunal decida.

Después de quince días en prisión, Blesa salió ayer de la cárcel sonriente y con ganas de defender su inocencia. Quiere demostrar que no es culpable de nada y será el primero, afirmó, en resolver los hechos por los que se le acusan, eso sí, ante “un juez imparcial”, no ante quien lleva actualmente la investigación. Con estas declaraciones, realizadas por el propio exbanquero a las puertas de Soto del Real, Blesa dejó entrever que piensa contraatacar.

La relación entre el juez y el exbanquero, y, sobre todo, con su abogado defensor, ha sido tirante desde el principio. Los momentos de tensión vividos durante algunos interrogatorios entre el letrado Carlos Aguilar y Silva Pacheco ya apuntaban a que la situación no sería sencilla de resolver.

El instructor empieza a perder posiciones en la batalla y cada vez resulta más nítido que su futuro es complicado. Ya está apartado, mientras se resuelve su recusación, en la primera de las causas en las que se investiga al expresidente de Caja Madrid y al empresario Gerardo Díaz Ferrán por la concesión de un crédito de 26,5 millones. Además, la Audiencia Provincial de Madrid le ha ordenado que anule todas las actuaciones tanto de ese proceso como de todo el que se derive del mismo.

La batalla continúa

Por tanto, el titular del Juzgado número 9 tiene que empezar de cero tanto en el caso del crédito como en el que abrió por la compra del City Nacional Bank de Florida, fruto de la investigación del primero. A todo esto se añade el gran malestar que existe dentro de la Fiscalía con su actuación, que se tilda de prevaricadora, y la fuerte intención de Blesa de no desistir hasta que consiga apartarle del todo e, incluso, expulsarle de la carrera.

A pesar de todo, Silva Pacheco ya tiene encima de su mesa nuevas pruebas presentadas por la acusación, Manos Limpias, que está llevando el peso del caso. Ayer mismo, sus abogados acudieron al despacho del juez con una batería de nuevas pruebas obtenidas a lo largo de estos últimos meses para que se inicie de cero toda la investigación.

Entre tanto, Blesa ya es libre y está feliz por ello. A media mañana de ayer, la Fiscalía instaba al juez a que, de forma urgente, dejara en libertad al imputado, en cumplimiento con la orden de la Sección Treinta de la Audiencia Provincial. Sin embargo, Silva tardó todavía cinco horas en dictar el mandamiento de libertad. Una vez comunicado, Instituciones Penitenciarias inició el trámite para la excarcelación, que tuvo lugar ya pasadas las ocho y media de la tarde. Sus dos abogados estuvieron esperándole desde las cuatro en una sala ubicada en la entrada del centro, bajo la atenta mirada de las decenas de periodistas y fotógrafos apostados en la salida de Soto del Real.

A lo largo de esas horas, dos tandas de presos salieron por la puerta pero no fue hasta la tercera, junto a otra veintena de compañeros de prisión, cuando salió Blesa. Esperó dentro, junto a sus abogados, a que se fueran el resto de reclusos y, una vez calmada la salida, hizo su aparición. Vestido con una camisa de rayas clara, polo oscuro bajo la misma, pantalones beige y una bolsa oscura de deporte en la mano, el expresidente de la caja de ahorros mantuvo su sonrisa en la cara, incluso cuando escuchó algún insulto a sus espaldas. “No esperaba una bienvenida como esta. Sé que han venido aquí varios días, sobre todo cuando había rumores acerca de mi posible salida. En fin, siento que hayan esperado tanto, pero yo no tengo capacidad para adelantar el día”. De esta manera, se enfrentaba a los medios de comunicación que le llevaban esperando durante horas. 

Dos salidas muy distintas

Esta salida fue muy distinta a la protagonizada tan sólo unas semanas antes, cuando el mismo juez decidía enviarle a prisión, pero bajo una fianza de 2,5 millones de euros. Después de una breve estancia de menos de 24 horas, optó por salir por una puerta lateral, escoltado por sus letrados y evitando a la prensa.

Ayer fue diferente. Prefirió dar la cara y explicar a la opinión pública que no es “culpable de nada”, que ha sido acusado de dos delitos “injustamente” y va a demostrarlo. Con ganas de volver a casa, explicó que ha aprendido una lección de su estancia en la cárcel. “A todo en la vida hay que sacarle alguna enseñanza y alguna experiencia. En un centro penitenciario, hay una disciplina y un régimen severo. Nadie tiene un trato a favor, pero todo el mundo tiene un buen trato y los funcionarios son correctísimos”, señalaba, mientras que un preso que salía junto a él decía en bajito a los periodistas que había sido estos días su compañero de celda.

“Me he parado a saludarles, pero lo que quiero es marcharme. Mi familia está deseando verme”, concluyó, antes de rematar que “no, en absoluto me siento culpable”. Su abogado ya le estaba esperando con la mano en el volante para abandonar la cárcel. Mientras daba el primer acelerón, una mujer le miraba con una pancarta gritándole que le devolviera todo el dinero que le habían “robado con las preferentes”. Blesa se marchó. La mujer obtuvo el segundo que esperaba durante horas para mirarle a la cara y recordarle lo “sinvergüenza” que ha sido.

El expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, ha dormido en casa, junto a su familia. Allí llevaban quince días esperando que saliera de la cárcel porque su prisión había sido “una decisión injusta por parte de un juez parcial”. Una vez que sus abogados han logrado sacarlo de Soto del Real, su próximo objetivo será el magistrado Elpidio José Silva Pacheco, el hombre que le ha encarcelado en dos ocasiones.