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Mercadona doblega la resistencia de Eroski para entrar en el País Vasco
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ANUNCIA LA APERTURA DE 25 SUPERMERCADOS

Mercadona doblega la resistencia de Eroski para entrar en el País Vasco

Era sólo una cuestión de tiempo. Ayer lunes, sin ruido ni boato institucional, la cadena de supermercados Mercadona anunció casi de puntillas su inmediato desembarco en

Foto: Mercadona doblega la resistencia de Eroski para entrar en el País Vasco
Mercadona doblega la resistencia de Eroski para entrar en el País Vasco

Era sólo una cuestión de tiempo. Ayer lunes, sin ruido ni boato institucional, la cadena de supermercados Mercadona anunció casi de puntillas su inmediato desembarco en el País Vasco, la cuna y mercado natural de la cooperativa local Eroski. Acaba así una anomalía del sector. Los ciudadanos de esta comunidad autónoma ya no tendrán que peregrinar a localidades fronterizas atraídos por el fenómeno Hacendado para hacer la compra. El arrollador fenómeno empresarial creado por Juan Roig termina colándose en la pequeña Galia que aún se resistía al poder comercial del tendero de Valencia. 

Era el único rincón de España que le faltaba por pisar. Más allá del plan estratégico de Mercadona para consolidar su crecimiento por todo el territorio nacional, la ausencia en el País Vasco resultaba una singularidad difícil de explicar. Más aún después de que a finales de 2011, la cadena de supermercados valenciana anunciara su entrada en Navarra, la otra comunidad bajo el influjo dominador de Eroski donde todavía no estaba presente. Las murallas políticas del pasado que pudieran explicar la demora para entrar en estos mercados pertenecen ya sólo al pasado. Normalidad llama a normalidad.

A pesar de todo, el desembarco de Mercadona en el País Vasco poco tiene que ver con el realizado en Navarra. Entonces, la consejera de Desarrollo Rural, Industria y Empleo participó en el acto público con el que se formalizó el anuncio de la cadena valenciana, subrayando incluso que se trataba de "una buena noticia que va a suponer una dinamización económica que va a generar riqueza y empleo". Ahora, sin embargo, todo se ciñó a un escueto comunicado en el se informó del plan estratégico remitido al Departamento de Desarrollo Económico y Competitividad para implantarse en la comunidad autónoma. 

Aunque la entrada de Mercadona cubre una demanda real de los consumidores, el Ejecutivo del País Vasco es consciente del daño que puede causar a la tambaleante Eroski, la cadena de supermercados auspiciada por el gigante cooperativista Corporación Mondragón. La llegada del nuevo gigante de la distribución, aupado al liderazgo del sector durante los cinco años de crisis, puede representar la puntilla para su competidor vasco, que no ha superado la digestión financiera que le supuso la compra de la catalana Caprabo en 2007, una operación por la que todavía arrastra una impagable deuda de 2.100 millones de euros.

Durante años, el modelo empresarial cooperativista ha sido utilizado como ejemplo de la pujanza industrial del País Vasco. En el ámbito de la distribución, ese liderazgo ha correspondido a Eroski, que gracias a la hegemonía dentro de territorio vasco, donde no tuvo competencia de otros grandes operadores, en parte gracias a un velado apoyo institucional, pudo abordar luego su salto al resto del país, teniendo que superar en algunos casos connotaciones políticas vinculadas a su origen local. Con el tiempo y la desaparición de algunos elementos de riesgo ajenos al negocio, la situación se ha revertido.  

En ese nuevo contexto se enmarca la llegada de Mercadona. Durante los próximos seis años, abrirá 25 tiendas de formato supermercado, siendo la previsión de la primera apertura para finales de 2014. Esto supondrá unas inversiones totales de cerca de 50 millones de euros durante dicho periodo, cantidad a la que se sumarán los 150 millones anuales destinados a compras a proveedores agroalimentarios y de servicios del mismo País Vasco, un compromiso para colaborar con la dinamización de la economía y la creación de empleo destinado a ganarse el disputado beneplácito local.

Era sólo una cuestión de tiempo. Ayer lunes, sin ruido ni boato institucional, la cadena de supermercados Mercadona anunció casi de puntillas su inmediato desembarco en el País Vasco, la cuna y mercado natural de la cooperativa local Eroski. Acaba así una anomalía del sector. Los ciudadanos de esta comunidad autónoma ya no tendrán que peregrinar a localidades fronterizas atraídos por el fenómeno Hacendado para hacer la compra. El arrollador fenómeno empresarial creado por Juan Roig termina colándose en la pequeña Galia que aún se resistía al poder comercial del tendero de Valencia. 

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