El FROB impide la venta por partes del negocio de Banco de Valencia

Cuenta atrás. Este viernes, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) recibe las ofertas no vinculantes por el Banco de Valencia, la entidad intervenida a finales del pasado mes de noviembre tras salir de la órbita de Bankia. La entidad financiera, cuyo anterior accionista de referencia era Bancaja, será subastada al mejor postor entre los interesados que acudan al proceso, como está previsto que ocurra con Liberbank, Bankinter, BMN o Banco Popular, entre otros competidores.

Durante estos cinco meses, el FROB ha monitorizado la gestión del banco. Esta situación de interinidad ha propiciado, incluso, la negativa a la posibilidad de vender algunos activos del Banco de Valencia. Así ha ocurrido con Nordkapp, la gestora de la entidad valenciana, que durante estos meses llegó a negociar con otras firmas, como el andorrano Banco de Madrid, propietario de la antigua Interdin, la viabilidad de una operación conjunta. Sin embargo, la oposición del Banco de España bloqueó cualquier opción.  

Estos meses de transición, tras la intervención de Banco de Valencia por parte del FROB, más que una ventaja han terminado siendo un lastre para Nordkapp, y no sólo por la pérdida de oportunidades corporativas. Según fuentes financieras locales, la firma valenciana ha visto cómo el patrimonio gestionado ha caído por encima del 30% a causa de la salida de varios de los clientes más vinculados al propio banco, lo que en el fondo resta valor a un activo por el que existían ofertas de mercado.

Hay que tener en cuenta, además, que la intervención cogió es un momento especialmente sensible al grupo presidido por Enrique Lucas, que apenas cinco meses antes había integrado Arcalia Patrimonios, la división de gestión de activos de Bancaja, operación que le permitió dar un salto cuantitativo importante al pasar la barrera de los 2.000 millones de euros de patrimonio gestionado (una tercera parte correspondían a sicav, casi 300 a fondos de inversión y otros 1.100 millones de carteras de clientes).

La unión de ambos grupos aún no había terminado cuando el Banco de España tomó las riendas del banco valenciano. Nordkapp, el bróker con mayor estructura de la Comunidad Valenciana, que además también cuenta con una sociedad de valores, está participada en un 91% por el Banco de Valencia, mientras que el resto del accionariado está en manos del equipo gestor, que se ha quedado atrapado dentro del proceso de subasta de su matriz sin tener posibilidad de gestionar una salida alternativa.

Fuentes cercanas a la gestora explican también que en los últimos meses se habían producido varias salidas en la plantilla de Nordkapp, aunque estos cambios no han afectado a los puestos de mayor responsabilidad. Algunos de estos movimientos han sido dentro de la propia estructura del grupo, ya que varias de las personas que han abandonado la gestora han recalado en el propio Banco de Valencia. Dentro de poco, en unas semanas, los interesados por la gestora tendrán que dirigirse al nuevo propietario.