Banco Madrid encomienda su reinvención a la dupla Pérez-Miquel

El nuevo patrón de Banco Madrid, la entidad andorrana BPA, quiere ir lejos en su apuesta por el negocio bancario en España. Con el permiso del Banco de España aún fresco, se hizo oficial en el verano de 2011 después de que ambos países firmaran un convenio de base consolidada, los hermanos Ramón e Higini Cierco han completado el equipo con el que desarrollar su aventura en banca privada y gestión de carteras más allá de sus cuarteles generales de Andorra.

El pasado mes de febrero, Banco Madrid confirmó a la segunda pieza dentro su organigrama con el nombramiento de Juan Pablo Miquel, hasta ahora vicepresidente de la entidad, como nuevo consejero delegado. Un hombre de la casa para asumir las funciones ejecutivas desempeñadas hasta comienzos de año por Xavier Mayol, responsable de la integración y de la depuración de Banco Madrid tras su compra hace dos años a la caja de ahorros vasca Kutxa.

El otro pilar sobre el que descansa la gestión de Banco Madrid es José Pepe Pérez, que desde el pasado verano, tras tener el visto bueno del supervisor, ocupa la presidencia de la entidad. Economista de reconocido prestigio, fue director general de inspección del Banco de España y ocupó cargos de alta dirección en BBVA e Intermoney, aunque su última actividad profesional estuvo relacionada con el diseño del nuevo esquema europeo de supervisión bancaria.

Bajo la batuta de estos dos espadas, Banca Privada D'Andorra espera consolidar su posición como uno de los nuevos operadores en el exclusivo segmento de banca privada y gestión de patrimonios. De momento, una de las últimas piezas en completar las estructura del grupo ha sido la integración de Interdin, el histórico broker de las cajas de ahorro, que Banco Madrid adquirió por completo a comienzos de este mes de marzo.

Con su bloque operativo integrado, Banco Madrid se ha marcado el reto de doblar su tamaño en los próximos tres años y llegar a los 3.000 millones bajo gestión. A pesar de la actual coyuntura, su equipo está convencido de que el servicio discrecional a los clientes y el buen nombre en el mercado de varios de sus gestores (Gonzalo Lardíes, Xavier Torres…) pueden ser dos palancas sobre las que consolidar el salto cuantitativo.

Aunque las dimensiones de Banco Madrid son todavía modestas, la entidad gestiona 42 sicav y cuenta con algunos fondos de inversión (Renta Fija, Ibérico…) entre los mejor rankeados del sector. Respecto a su red comercial, aunque la presencia física de oficinas se reduce a once capitales de provincia (Madrid, Barcelona, Sevilla…), la entidad tiene previsto compaginar el sistema de agentes financieros con la apertura de nuevas sucursales. 

El salto a la Península de BPA no ha sido el único protagonizado por parte de una entidad andorrana. Hace un par de años, Andbanc cerró la compra de BSI, la antigua Banca del Gottardo (el banco privado de la aseguradora Generali). El objetivo del segundo banco de Andorra era pasar a tener presencia local en España, de donde son la mayoría de sus clientes, para transferirlos poco a poco a una estructura onshore ante el paulatino cerco a los paraísos fiscales.