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Condenan a Bañuelos en Brasil por vender pisos de renta libre como subsidiados
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LA CONSTRUCTORA PDG RECURRIRÁ LA DECISIÓN

Condenan a Bañuelos en Brasil por vender pisos de renta libre como subsidiados

El empresario Enrique Bañuelos ha sufrido su primer traspiés judicial en Brasil. La Justicia de Sao Paulo ha condenado a su constructora PDG, de la que

Foto: Condenan a Bañuelos en Brasil por vender pisos de renta libre como subsidiados
Condenan a Bañuelos en Brasil por vender pisos de renta libre como subsidiados

El empresario Enrique Bañuelos ha sufrido su primer traspiés judicial en Brasil. La Justicia de Sao Paulo ha condenado a su constructora PDG, de la que es el primer accionista, por publicidad engañosa al vender cientos de apartamentos en el residencial Alphaview de Barueri encuadrados en un programa del Gobierno Federal de Brasil que ofrece intereses bajos y subsidios a compradores de bajo poder adquisitivo cuando PDG sabía que las viviendas eran de renta libre. "Si existió falta de información o una publicidad inadecuada a los compradores, la constructora va a tener que cumplir lo que prometió", asegura Claudio Bernardes, presidente del Secovi (Sindicato de Empresas de Compra y Venta de Inmuebles Residenciales de Sao Paulo). La constructora PDG asegura que ha conseguido la suspensión de la sentencia hasta que la siguiente instancia judicial tome una decisión.

El programa 'Minha Casa Minha Vida' fue creado por ex presidente Lula da Silva para intentar disminuir la escasez de vivienda en la que se encuentra Brasil. La idea es construir un millón de casas para las familias con menor renta y, además, reactivar el sector de la construcción cuyo peso en el PIB del gigante sudamericano siempre ha sido escaso. El presupuesto del programa ronda los 34 billones de reales. Una de las grandes ventajas del mismo son los bajos intereses cobrados a los propietarios por la Caixa Económica Federal, banco estatal implicado en el programa. Por ejemplo si en una unidad familiar el salario mensual es de 2.550 reales (el equivalente a 1.100 euros) el interés sería del 5% al año, cuando para financiar cualquier apartamento en el mercado libre brasileño el interés supera el 10% anual. Además otro de los incentivos es un subsidio que se entrega por la compra de estos pisos. Por ejemplo, el Gobierno entrega 16.000 reales (7.000 euros) a fondo perdido para una familia como la anterior.

Muchos constructores detectaron que sería un gran negocio. Intereses bajos, subsidios del Gobierno eso sí a un precio del apartamento máximo establecido por Lula. En un país con pocas viviendas a la venta el negocio era redondo. Y claro PDG, donde el saguntino Enrique Bañuelos es el primer accionista, decidió apostar por ese mercado. El Residencial Alphaview de Barueri, un complejo de 25 edificios situado en una ciudad de 265.000 habitantes hizo soñar a mucha gente. Los agentes inmobiliarios recibían a los clientes con camisetas del programa 'Minha Casa Minha Vida'. Para el metalúrgico Márcio Gregório, uno de los compradores, "todo parecía el inicio de un gran sueño, ahora estamos viviendo una pesadilla. Fuimos engañados".

A Márcio, como a otras docenas de clientes el proyecto les gustó. Firmaron el contrato de compra, empezaron a pagar las mensualidades a la constructora de Bañuelos, pero cuando fueron a la Caixa Económica Federal para negociar el resto de la deuda que en algunos casos les obligaría a endeudarse entre 20 y 30 años descubrieron que esos apartamentos no se podían encuadrar en el programa por estar por encima del nivel exigido por el Gobierno Federal. Por tanto, los intereses serían doblados y el Gobierno no entregaría los subsidios acordados.

La diferencia entre el interés del programa 'Minha Casa Minha Vida' y los que ofrecen entidades privadas como Bradesco son astronómicos. "Una mensualidad del programa costaría al mes 750 reales (326 euros) y una de otra entidad bancaria 1.350 reales (586 euros)" asegura el analista fiscal Clóvis Borges.

La Justicia de Sao Paulo obliga a la constructora PDG (Poder de Garantir en portugués), que aseguró que los apartamentos estaban encuadrados en el programa del Gobierno Federal, a garantizar los beneficios del programa para quien compró de esta forma. Todos los propietarios que denunciaron a la PDG pueden acreditar mediante fotocopias que los agentes inmobiliarios realizaron las simulaciones de los intereses y los beneficios usando la base de datos del programa 'Minha Casa Minha Vida'. Además, los agentes inmobiliaros cobraron de comisión 5.000 reales (2.000 euros) que ahora reclaman muchos propietarios que han tenido que desistir de hacer realidad su sueño de comprar un piso en Barueri.

El abogado Marcelo Tapai lo tiene claro. "La constructora, en algunos casos, va a tener que hacer el financiamiento directo para los consumidores por el interés que la Caixa Económica lo haría". Por lo que el beneficio para la constructora de Enrique Bañuelos en este complejo de 25 torres se reduciría de forma considerable. De momento se desconoce si existen otros casos en otras ciudades de Brasil ya que PDG es una constructora muy importante implantada en un buen número de localidades del gigante sudamericano.

Además de determinar que la constructora financie el inmueble con los mismos intereses ofrecidos por la Caixa, la Justicia de Sao Paulo también exige a PDG que las llaves del apartamento sean entregadas después de una revisión en el plazo de 15 días desde que sea comunicado el fallo judicial. El incumplimiento de la decisión acarrearía una multa a la constructora de Bañuelos de 500 reales (218 euros) al día. 

“El resultado era el esperado. Es un caso muy grave ya que cuando compraron el apartamento era ofrecido por un precio que superaba el valor del programa 'Minha Casa Minha Vida', por lo que no se podrían encuadrar en las reglas del mismo. Cuando el propietario hizo una simulación de las mensualidades podía pagarlas y al no confirmarse hablaríamos de publicidad engañosa", revela Tapai, quien defendió a los compradores.

PDG Realty, grupo inmobiliario brasileño del que Enrique Bañuelos es primer accionista, registró un beneficio neto de 751,78 millones de reales brasileños (unos 312 millones de euros) durante los nueve primeros meses del año, lo que supone un incremento del 14% respecto a 2010. Portavoces de la empresa han asegurado que el empresario no tiene en la actualidad ningún cargo en consejo.

El empresario Enrique Bañuelos ha sufrido su primer traspiés judicial en Brasil. La Justicia de Sao Paulo ha condenado a su constructora PDG, de la que es el primer accionista, por publicidad engañosa al vender cientos de apartamentos en el residencial Alphaview de Barueri encuadrados en un programa del Gobierno Federal de Brasil que ofrece intereses bajos y subsidios a compradores de bajo poder adquisitivo cuando PDG sabía que las viviendas eran de renta libre. "Si existió falta de información o una publicidad inadecuada a los compradores, la constructora va a tener que cumplir lo que prometió", asegura Claudio Bernardes, presidente del Secovi (Sindicato de Empresas de Compra y Venta de Inmuebles Residenciales de Sao Paulo). La constructora PDG asegura que ha conseguido la suspensión de la sentencia hasta que la siguiente instancia judicial tome una decisión.