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ACS está en manos del auditor Deloitte para poder consolidar su participación en Iberdrola
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LE PERMITIRÍA APUNTARSE OTROS 300 MILLONES COMO BENEFICIO

ACS está en manos del auditor Deloitte para poder consolidar su participación en Iberdrola

ACS ya ha conseguido lo que quería: llegar al 20% de Iberdrola. Ahora, la compañía presidida por Florentino Pérez intentará consolidar su participación por puesta en

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ACS está en manos del auditor Deloitte para poder consolidar su participación en Iberdrola

ACS ya ha conseguido lo que quería: llegar al 20% de Iberdrola. Ahora, la compañía presidida por Florentino Pérez intentará consolidar su participación por puesta en equivalencia, lo que le permitirá apuntarse 300 millones de euros extra. Para ello, necesitará el visto bueno de Deloitte, su auditor, que tendrá que justificar que ACS tiene influencia en la gestión de la eléctrica pese a que la constructora no dispone de ningún consejero.

Tal y como adelantó el pasado 30 de diciembre El Confidencial, ACS ya es propietaria del 20% del grupo dirigido por Ignacio Sánchez Galán, un objetivo que perseguía desde que hace algo más de cuatro años entró en su capital.  Ahora, intentará contabilizar su inversión por puesta en equivalencia, en lugar de por los dividendos que percibe, como ha hecho hasta el tercer trimestre del pasado año.

La diferencia es sustancial, puesto que, por la metodología actual, tan solo ingresa unos 250 millones, mientras que al alcanzar el 20% se anotará ese porcentaje de los resultados netos de la eléctrica. Según las estimaciones de los expertos, Iberdrola ganará unos 2.750 millones, por lo que ACS se llevará para sus arcas unos 550 millones. Una entrada en caja que le servirá para compensar la fuerte caída del negocio de construcción en España.Pero para ello debe demostrar que tiene algún grado de control sobre la sociedad. Según las Normas Internacionales de Contabilidad (NIC), en su artículo 27,  “control es el poder para dirigir las políticas financiera y de operación de una entidad, para obtener beneficios de sus actividades”. En función del grado de control se debe aplicar un método u otro de consolidación. Por ejemplo, cuando una entidad ejerce por sus propios medios el control sobre otra, integrará en su balance el 100% de los activos, pasivos y resultados de la subsidiaria independientemente del porcentaje de titularidad. Es lo que se conoce como integración global.

Obviamente este no es el caso de ACS en Iberdrola, como tampoco el definido en las NIC como control conjunto. Este caso se produce cuando hay un acuerdo contractual para compartir la gestión, “que se da únicamente cuando las decisiones estratégicas, tanto financieras como operativas, de la actividad, requieren el consentimiento unánime de las partes que están compartiendo el control” (norma 31). Se llama consolidación proporcional.

Por último, está la de puesta en equivalencia, que es cuando no se ostenta el control sobre una entidad pero sí se dispone de influencia significativa en la definición de las políticas financieras y de operación. De la aplicación de este método no se deriva la integración de ningún activo o pasivo de la entidad asociada sino sólo la cuota parte de los resultados netos de la entidad asociada (simplificadamente).

Todo en manos de DeloitteA ACS le queda la alternativa de demostrar que tiene “influencia significativa” (NIC 28 Inversiones en Asociadas). Esto se produce si se demuestra que cuando posee, directa o indirectamente a través de otras subsidiarias, más de la mitad del poder de voto de otra entidad. Dicho caso también se produce si dispone, de forma directa o indirectamente (por ejemplo, a través de subsidiarias), el 20% o más del poder de voto en la participada, salvo que pueda demostrarse claramente que tal influencia no existe.

Por tanto, el informe de auditoría que realice Deloitte será vital para permitir a ACS agarrarse a alguno de los supuestos de las NIC para poder apuntarse los beneficios de Iberdrola en lugar de los dividendos. La eléctrica ya arremetió contra la firma cuando el pasado mes de mayo impugnó la junta de accionista del grupo constructor al considerar que había contabilizado mal sus cuentas.

ACS ya ha conseguido lo que quería: llegar al 20% de Iberdrola. Ahora, la compañía presidida por Florentino Pérez intentará consolidar su participación por puesta en equivalencia, lo que le permitirá apuntarse 300 millones de euros extra. Para ello, necesitará el visto bueno de Deloitte, su auditor, que tendrá que justificar que ACS tiene influencia en la gestión de la eléctrica pese a que la constructora no dispone de ningún consejero.

Florentino Pérez