Futuros de lluvia: si falla el hombre del tiempo ganan los inversores

La bolsa de materias primas y energía de Chicago (CME) comenzó a principios del mes noviembre a comercializar futuros de lluvia, además de los que comercializa ya de temperatura, hielo,  nieve y huracanes. El lema de estos productos es: el hombre del tiempo falla, tú ganas.

Se trata de contratos gestionados por CME sobre la cantidad de lluvia que queda registrada a lo largo de un día en nueve sitios distintos de EEUU. Los inversores pueden, a través de estos contratos, adelantarse y apostar si va a haber más o menos lluvia ese día.

Realmente cualquiera puede apostar y ganar porque no hay una ciencia de predicción a largo plazo. Por eso, se trata de un producto de riesgo y puramente especulativo. José Ramón Sánchez Galán, analista de derivados y profesor de la Universidad de Nebrija, explica el funcionamiento de estos futuros:

"Lo que se mide es la lluvia por pulgada (2,54cm) y la unidad mínima de compra son 500 pulgadas. Así, si para los futuros del mes de junio de 2011 la pulgada de lluvia cotiza a 5 dólares y un inversor apuesta a que va a llover más en un determinado día, por cada pulgada de lluvia por encima de lo previsto que se registre en las estaciones meteorológicas ganará 50 dólares", asegura este experto.

"Se trata de un mercado especulativo en el que lo que opera es un intercambio por diferencias. Lo que un inversor gana lo pierde el que no ha acertado. El índice de referencia es elaborado por NDA Information Systems, que lo que hace es registrar la cantidad de lluvia que ha habido en esas nueve localidades anteriormente y, en base a esta referencia, los operadores apuestan a futuro", añade.

Modificar el tiempo

Como en todo, siempre es bueno conocer el sector y un meteorólogo podría, a priori, tener una gran ventaja porque se pueden hacer predicciones con meses de antelación sobre el tiempo. Pero la clave de estos productos es precisamente lo inesperado. En principio, es un producto que no puede influenciarse y este es su mayor atractivo, aunque habrá que ver por cuánto tiempo.

Algunos gobiernos ya han realizado experimentos para modificar las lluvias, como es el caso del fallido intento por parte de Venezuela y Cuba y otros anteriores de Rusia y China. De momento, no son los gobiernos los que invierten en estos productos sino empresas agrícolas, que buscan una cobertura para sus cosechas en función de si son cultivos de regadío o secano. Desde España no existe posibilidad de invertir en estos productos pero todo se andará.