Cajastur considera insuficientes los 3.775 millones recibidos para absorber CCM

Por increíble que parezca, el dinero aportado a Cajastur para que absorba Caja Castilla-La Mancha, 3.775 millones de euros nada menos (el mayor rescate financiero de la historia de España), puede no ser suficiente. Según distintas fuentes conocedoras de la situación, la caja asturiana, al entrar de lleno en las 'tripas' de la manchega, se ha encontrado con que necesitaría todavía más fondos para sanearla. Además, existe la posibilidad de que toda la operación se venga abajo si la asamblea de CCM, que se celebrará en mayo y en la que no vota el Banco de España, no aprueba la fusión.

Después de la intervención hace ya más de un año, CCM recibió 1.300 millones del Fondo de Garantía de Depósitos de las Cajas, 900 millones en forma de cuotas participativas y 400 millones más como participaciones preferentes. Pero la caja asturiana también arrancó al Banco de España una garantía adicional de 2.475 millones -también a cargo del FGD- para cubrir pérdidas de los créditos morosos de la entidad manchega. En total, los 3.775 millones mencionados. Y encima, dejó fuera la Corporación Industrial, otro foco potencial de grandes pérdidas.

Sin embargo, ahora estas estratosféricas cantidades pueden ser insuficientes habida cuenta la enorme cantidad de activos tóxicos -principalmente crédito promotor y a empresas participadas- que acumula en su balance la manchega. "Los asturianos están que trinan porque lo que parecía muchísimo dinero resulta que no es tanto y lo que tenía pinta de una operación redonda ahora resulta que no lo es", explica una de las fuentes consultadas. 

Este maná a Cajastur, presidida por Manuel Menéndez, dejó seco el FGD, de forma que este año todas las cajas de ahorros han tenido que rascarse el bolsillo para reponerlo. Además, Unicaja ha pedido más dinero para absorber Cajasur (operación que no se hace con dinero del FROB pese a que ya estaba en vigor cuando se acordó) y Caixanova considera que el FGD debe complementar el dinero del fondo público, que considera insuficiente, aunque se ha encontrado con la negativa del Banco de España. Por tanto, la caja ovetense tendría bastantes dificultades para conseguir más fondos con los que sanear CCM, aunque asegura que no los va a solicitar.

Otra lectura que se hace en el sector es que "si CCM, que daba beneficios con el beneplácito del auditor y del Banco de España, tiene unas pérdidas todavía mayores que el enorme agujero que se había anunciado, el mercado se pregunta cuántas cajas más aparentemente saneadas no tendrán muertos en el armario parecidos", según otra de las fuentes. Esta sospecha coincide con la desconfianza en el sector expresada recientemente por bancos de inversión como Morgan Stanley y Bank of America. CCM redujo oficialmente sus pérdidas en un 25,4% en 2009 hasta 552,1 millones, pero sus fondos propios son negativos en 114 millones, según la CECA.

Una asamblea muy peligrosa

Pero la necesidad de más dinero para sanearla no es el único problema que afronta la absorción de CCM. La operación se enfrenta a dos grandes retos en el futuro inmediato: la asamblea de la caja manchega que debe aprobar la fusión y la fórmula jurídica para encajar la operación en la legalidad. La asamblea, que debe celebrarse en mayo, debe aprobar la operación por mayoría de dos tercios y, sorprendentemente, el Banco de España no tiene derecho a voto. Lo normal es que se apruebe sin problemas, pero, ¿qué ocurriría en caso contrario?

Nadie lo sabe. La operación no podría salir adelante, y habría que buscar otra solución para CCM. ¿Recurrir a otros interesados en la entidad hace un año, como BBK o Unicaja? En el Banco de España ni se lo plantean por el enorme dolor de cabeza que ya ha supuesto la intervención y que ahora tendría que repetirse, según fuentes cercanas al supervisor. Pero es una posibilidad que no se puede descartar. "Cajastur está manteniendo reuniones con distintos sectores de la asamblea para convencerlos de que es la única solución viable, y hará todo lo posible por conseguir la mayoría. Pero todo es posible en el mundo de las cajas", señala una de las fuentes. De momento, tiene un acuerdo con los sindicatos de la entidad manchega.

En cuanto al encaje jurídico, es bastante complicado al tratarse de una operación sin precedentes. En esencia, consiste en la utilización de un banco filial de Cajastur, Banco Liberta, para que asuma el negocio bancario de CCM; Liberta estará participado en un 75% por la caja asturiana y en un 25% por la manchega, que desaparece como caja de ahorros. Pero entonces aparece el problema de quién es el titular del 25%, que se añade al de qué será la entidad encargada de la obra social, a la que Liberta destinará el 25% de sus beneficios, cuando los tenga. No puede ser una caja de ahorros porque no tiene negocio bancario, así que debe ser una fundación o ente similar. El despacho Cuatrecasas está trabajando en resolver todo este galimatías.