Rato busca un 'número dos' de garantía para Caja Madrid y pide ayuda a La Caixa y Santander

Resuelta la guerra desatada desde hace más de un año por el control de Caja Madrid a favor de Rodrigo Rato, el interés del mundo financiero se centra ahora en conocer la identidad del futuro director general de la caja madrileña. Necesitado de un número dos de garantía, en sintonía con los problemas que afronta la entidad, Rato ha pedido a La Caixa y al Santander que le ayuden en la tarea de encontrar al hombre que, al margen de la política, deberá llevar las riendas de su negocio bancario.

Una tarea que es cualquier cosa menos fácil, porque los expertos financieros de garantía, a nivel de consejero delegado de un gran banco, que es justamente lo que ahora necesita Caja Madrid, no solo escasean, sino que los que hay están ya colocados. Es el caso de Alfredo Sáenz en el banco Santander, Juan María Nin en La Caixa, o José Ignacio Goirigolzarri hasta hace un par de meses en el BBVA. Los tres proceden de esa gran factoría de ejecutivos que es la Comercial de Deusto, que tantos nombres importantes ha dado a la banca española.

Pero esos nombres son ahora más escasos que nunca. Rato, que vive ya centrado en la tarea de localizar a su futuro número dos, ha pedido ayuda tanto a La Caixa como al Santander, las dos entidades -además de Lazard- para las que hasta hace unos días trabajaba, en un caso como presidente del consejo asesor de Criteria, y en el otro como miembro del Consejo Asesor Internacional del banco. “Dentro de unos días, cuando todo esté resuelto, os llamaré para pediros algún nombre”, ha dicho el propio Rato a los responsables de ambas entidades.

Elección difícil donde las haya. “Tiene que ser un hombre con sólida formación académica, conocimientos matemáticos, capacidad para manejar con solvencia un balance, dirigir con criterio una comisión de riesgos, dinamizar una red comercial y ser un auténtico experto en banca minorista, que haya pasado por todo el escalafón”, asegura un banquero madrileño, “y de eso no hay, porque los que son, están colocados, y a Rato no le vale un prejubilado de banca y mucho menos cualquiera de su antiguo círculo de amigos”.

Un poder impresionante para un político

En Madrid se ha especulado con la posibilidad de que el ex director gerente del FMI, repitiendo la práctica de sus tiempos de ministro de Economía, vuelva a tirar de su grupo de amigos para colocarlos en Caja Madrid. Uno de ellos, Juan Costa, ha sido mencionado como eventual director general de Caja Madrid. Las fuentes, sin embargo, no creen que sea ni de lejos el tipo de ejecutivo bancario que Rato y Caja Madrid necesitan en la coyuntura por la que atraviesa la entidad.

“Nadie se le imagina yendo a la ocho de la mañana a las torres de KIO para dirigir un comité de riesgos”, aseguran las fuentes. “Rato no viene a estar pendiente de la marcha del negocio en tal o cual oficina, ni para mojarse en el día a día. El viene a otra cosa”, señalan en la propia entidad, donde aseguran que el político popular ha tenido por fin su primera y única sentada larga con el presidente saliente, Miguel Blesa. “Caja Madrid otorga un poder impresionante para alguien que quiera ejercerlo con un objetivo político”.

La entidad celebrará Asamblea General Extraordinaria el próximo 28 de enero, en la que se renovará a la mitad de los consejeros generales de la misma, en concreto, a los procedentes de la Comunidad, el Ayuntamiento y las entidades representativas. Una vez  configurada la nueva Asamblea, se procederá a elegir a los vocales que la representarán en el Consejo de Administración. Tras la Asamblea, el Consejo elegirá oficialmente a Rodrigo Rato como nuevo presidente de la entidad.