Es noticia
El Banco de España juzgará los blindajes de los banqueros con una normativa más severa
  1. Economía

El Banco de España juzgará los blindajes de los banqueros con una normativa más severa

El Banco de España examinará en breve por vez primera los blindajes de los directivos de las entidades que controla, y en especial los de la

Foto: El Banco de España juzgará los blindajes de los banqueros con una normativa más severa
El Banco de España juzgará los blindajes de los banqueros con una normativa más severa

El Banco de España examinará en breve por vez primera los blindajes de los directivos de las entidades que controla, y en especial los de la gran banca. Las nuevas normas internacionales emitidas en abril por el Financial Stability Forum, y resumidas en los estándares publicados por el organismo heredero, el Financial Stability Board (FSB),  así lo requieren.

 

Los grandes bancos han tratado de mantener las políticas de remuneración aplicadas hasta ahora en el actual proceso de autoevaluación, pero en lo que atañe a los blindajes se encuentran con serias dificultades para pasar el filtro. Fuentes oficiales del Banco de España sostienen que la institución no quiere juzgar a priori si acepta o no los blindajes (paracaídas de oro), pero sí que aplicará con rigor los nuevos estándares recomendados tras las reuniones del G-20.

Al respecto, en la disposición final undécima del controvertido anteproyecto de Ley de Economía Sostenible, el Ejecutivo subrayaba que el Banco de España “podrá hacer suyas, y transmitir como tales [lo que ya ha ocurrido] a las entidades, las guías que sobre prácticas de remuneración aprueben los organismos internacionales”.

En cuanto a los blindajes, los principios del FSF comunicados en abril aseguran que “en caso de terminación del contrato, suponen para el empleado pagos elevados que no son sensibles a los resultados o al riesgo. No son sanos desde un punto de vista prudencial”, y añade que “con estos blindajes, la actitud frente al riesgo es “cara o cruz, siempre gano”, lo que induce a asumir más riesgos de los que los accionistas o acreedores de la entidad estarían probablemente dispuestos a aceptar”.

En el caso del BBVA y del Santander, el cobro de los blindajes está impedido exclusivamente por cuatro causas, cese por voluntad propia, incapacidad laboral, jubilación o incumplimiento grave de sus funciones, no hay mención alguna a resultados ni a riesgos.

En el BBVA hay tres puestos sometidos a blindajes: presidente, consejero delegado y secretario consejero. El banco asegura que a partir del próximo ejercicio, Francisco González no tendrá blindaje, que ascendía a 81 millones en 2008, porque ya ha consolidado su pensión, superior a los 75 millones. La entidad no ha aclarado si hasta que se jubile (de momento son cinco años más de plazo) seguirá engordando esa bolsa. El año pasado, un ejercicio crítico para el sector, la entidad aportó 20 millones de euros, a repartir en una proporción no explicada, a los planes de pensiones de tres beneficiarios, FG, el ex consejero delegado Goirigolzarri y el secretario consejero Maldonado.

La salida de José Ignacio Goirigolzarri facilita la reconversión de esta política, aunque el banco no ha querido adelantar la remuneración de su sucesor, Ángel Cano. En principio no quiere hacer cambio alguno en las cláusulas de pago postempleo al secretario consejero, José Maldonado (asesor jurídico e intendente de FG desde antes de que éste fuera banquero), que perdería el blindaje cuando cumpla 62 años y consolide su pensión, actualmente de 9 millones.

El Santander no ha querido comentar nada respecto de los cambios que pretende hacer. Sólo ha subrayado que el banco no ha requerido ninguna ayuda pública especial y que la política de remuneración de sus altos directivos es transparente. El banco, a pesar de que su presidente, Emilio Botín, supera los setenta años y su consejero delegado, Alfredo Sáenz, los 67, mantiene los blindajes puros. La presidencia  lleva una prima de 1,9 millones anuales (su pensión es de 26 millones), y la indemnización de Sáenz se va hasta los 5 millones anuales vitalicios (su pensión es de 80 millones y 11 más contabilizados en la memoria como “otros”).

La remuneración como incentivo

Los organismos internacionales han dejado claro que “la remuneración es un sistema de incentivos, no simplemente un salario de mercado”, argumento que desmontaría la falacia según la cual se paga lo que se paga porque así está el mercado, y porque hay que “retener el talento”. Las salidas a un coste multimillonario de Ángel Corcóstegui y José Ignacio Goirigolzarri, de los puestos de liderazgo ejecutivo en los dos bancos, es una clara muestra de que los blindajes no han servido para retener el talento.

El Banco de España, institución que nunca ha sido transparente en el salario de su Gobernador, siempre ha considerado los escandalosos cobros de los banqueros como algo que entra en el campo de la ética, no juzgable por la institución, que sólo velaría por el cumplimiento de la legalidad. Han sido los gravísimos acontecimientos de los dos últimos años los que le han obligado a tomar una posición más activa en este terreno.

La guía del FSB publicada en septiembre reclama “la revisión de los pagos contemplados en los contratos existentes, relacionados con la finalización de la relación laboral, y que únicamente se mantendrán si existe una base clara para determinar que se adecuan a la creación de valor a largo plazo y a la prudencia en la asunción de riesgos… Estos pagos deberán vincularse a los resultados alcanzados en el tiempo y diseñados de tal suerte que no recompensen los fallos”.

Los blindajes están muy arraigados entre los directivos españoles. Un interesante estudio publicado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores en su último informe trimestral, firmado por los especialistas Soledad García Santa y Ángel Domínguez Fernández Burgos, sostiene que en 27 de las 35 empresas que cotizan en el Ibex hay blindajes y que la mayoría superan con creces las dos anualidades de salario fijo, que es el límite que marca la Comisión Europea. En concreto, en siete empresas superan las 5 anualidades.

Este mismo estudio muestra que es el sector financiero el que más paga y más blindajes concede, y en el que más aceleradamente han crecido las remuneraciones. Los informes del FSB subraya incluso que “el importe total de los fondos para bonus de las entidades financieras ha mostrado una inercia mucho mayor que los resultados económicos”.

Siguiendo con los paracaídas de oro, otras entidades como el Sabadell, que ni siquiera individualiza la remuneración, ya que la Circular 4 de 2004 del Banco de España así lo autorizaba hasta el año pasado, se ponen un límite de 2 anualidades, pero añadiendo 45 días por año y lo extraordinario que figure en “el convenio de banca”.

La Caixa no tiene blindajes y tampoco concede pensión a sus directivos en “condición de consejeros”. Caja Madrid no cita en su memoria nada sobre blindajes aunque reconoce que carga anualmente contra la cuenta de resultados “las rescisiones”. El Popular paga 700.000 euros de pensión a su antiguo consejero delegado José María Lucía, y Ángel Ron cuenta con una dotación que supera los 5 millones. Ana Patricia Botín, en Banesto, tiene un blindaje de 5 anualidades, 6,35 millones de euros.

El Banco de España examinará en breve por vez primera los blindajes de los directivos de las entidades que controla, y en especial los de la gran banca. Las nuevas normas internacionales emitidas en abril por el Financial Stability Forum, y resumidas en los estándares publicados por el organismo heredero, el Financial Stability Board (FSB),  así lo requieren.

Banco de España Banca Emilio Botín Francisco González