Un espectacular Gómez Noya da a España una nueva medalla en triatlón

Javier Gómez Noya rompió la sequía de medallas que perseguía a la delegación española, logrando la tercera plata y el cuarto metal para España en Londres. Olímpico desde el año 2000, el triatlon español ya tiene una medalla. Luchando contra el imperio británico, el gallego fue capaz de aguantar todas las embestidas que los hermanos Brownlee le prepararon durante el recorrido para colgarse la medalla de plata. El tramo a pie volvió a ser decisivo y ahí el español se mostró con decisión y en plenitud de facultades, algo que no sucedió en Pekín, donde una lesión y una mala digestión le impidió colgarse una medalla que ya mereció. Este martes pudo olvidar el ingrato sabor del cuarto puesto de la cita de hace cuatro años. Peleó por el oro, pero el tirón que dio Alistair a falta de cuatro kilómetros fue decisivo para que se llevara el triunfo para delirio de un abarrotado Hyde Park. Se quedó a diez segundos, pero dio la cara en todo momento y consiguió lo que vino a buscar a Londres, una medalla, la primera para su deporte.

Gómez Noya salió decidido. No quería que nadie ni nada le sorprendiera. Quiso salir delante en el tramo del agua. Buscaba evitar golpes, nadar rápido, tanto que salió del kilómetro y medio del agua en segunda posición, tan sólo por detrás del eslovaco Vargas. La transición le llevó a ponerse el primero sobre la bici. Tras él, un elegido grupo de seis triatletas en los que figuraban los hermanos Brownlee, que no dejaban al gallego respirar, no querían que se sintiera cómodo. Casi sin querer, se formó un grupo de seis en cabeza. Todo el mundo hacía cuentas y salían las medallas, pero la aventura tan solo duró dos vueltas, tiempo que tuvo el pelotón para reaccionar y completar las tres vueltas siguientes del recorrido de bici en pelotón.

Los Brownlee buscaban asfixiar a Noya, imponer un ritmo que desgastara al español, que por desgracia se quedó solo sin ayuda alguna en el grupo. Mola y José Miguel Pérez se quedaron en un segundo grupo que circuló a poco más de un minuto del pelotón cabecero, moviéndose en tierra de nadie. El acoso inglés continuaba y a una vuelta y media para el final del tramo de las dos ruedas, fue Alistair Brownlee el que atacó, demarrando en la única subida que había en el circuito. ¿Quién tuvo que salir a por el británico? Aciertan, Javier Gómez Noya, que no contó con ayuda alguna para terminar con la escapada justo antes de finalizar la penúltima vuelta. Los 42,9 kilómetros de bicicleta se completaron sin mayor sobresaltos, pero con los ingleses marcado el ritmo más alto posible, con Stuart Hayes a la cabeza.

La exhibición de fuerza de los ingleses continuó en el tramo a pie. Nada más calzarse las zapatillas se pusieron en cabeza y a tirar como dos locomotoras con el único objetivo de descolgar a Gómez Noya, único capaz de seguir el ritmo impuesto por los hermanos Brownlee, esos que en otras carreras han utilizado todo tipo de trucos para acabar con el triatleta gallego. Tras el trío de cabeza se formó otro grupo con los tres franceses (Hauss, Luis y Vidal), mas el ruso Bryukhankov, que pasaron a quince segundos en la primera de las cuatro vueltas al circuito que tenían que dar hasta completar los 10.000 metros a recorrer.

Dos vueltas aguantaron compactos los tres en cabeza. A falta de de dos vuelta, Jonathan cedió para luego tener que parar durate 15 segundos al sufrir una sanción por hacer mal una de las transiciones. Alistair, cuando quedaban cuatro kilómetros, vio que era el momento de atacar, de dejar sin respuesta posible al español, que peleó y luchó por ser campeón olímpico, pero se quedó a diez segundos de poder hacerlo. La reconpemsa, una medalla de plata.