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Mourinho y Casillas, diálogo roto entre el entrenador y el capitán del Real Madrid
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SE RESPETAN PERO REPRESENTAN DOS MANERAS DE ENTENDER EL FÚTBOL Y LA VIDA

Mourinho y Casillas, diálogo roto entre el entrenador y el capitán del Real Madrid

Mourinho y Casillas cada vez están más distantes. El diálogo entre ambos es nulo desde poco más de un mes. No se puede decir que nunca

Foto: Mourinho y Casillas, diálogo roto entre el entrenador y el capitán del Real Madrid
Mourinho y Casillas, diálogo roto entre el entrenador y el capitán del Real Madrid

Mourinho y Casillas cada vez están más distantes. El diálogo entre ambos es nulo desde poco más de un mes. No se puede decir que nunca hayan mantenido una relación fluida, pero en las últimas semanas uno y otro hacen vida independiente, respetando los intereses del equipo, pero la empatía entre ellos ha desaparecido por completo. Se respetan, pero se ignoran más allá del terreno de juego. Los directivos lo saben y así se lo hizo ver el propio jugador en la reunión que mantuvo con el presidente hace poco menos de un mes.

Entrenador y capitán. Ídolo uno y otro para el madridismo, claro está, no caminan por la misma vía. Eso sí, uno y otro, como el resto del grupo, aparcan sus diferencias y dejan paso a la ambición de una plantilla y técnicos que ven cerca la derrota del 'eterno enemigo', el Barcelona de Guardiola, al que muchos consideran el mejor equipo de la historia. 

Mourinho no quiere un enfrentamiento directo con Casillas. Primero porque valora su calidad como portero y porque sabe de la trascendencia que tiene sobre la afición, pero sí que pretende meter presión al capitán contratando un segundo portero de nivel ante la decisión de Adán de buscar minutos lejos del Real Madrid, tal y como adelantó El Confidencial. Lo de quitarle el brazalete sigue estando en su mente, pero por ahí Casillas no pasa. Es la referencia y el capitán del equipo blanco y no piensa renunciar a ello.

El planteamiento de uno y otro nada tiene que ver y de eso se percataron al poco de coincidir. Casillas se encontró con un escenario nuevo para él, con un técnico que supervisaba todo en lo táctico y en lo relacionado con el equipo. Chocaron con varias exigencias del entrenador, pero el capitán terminó por aceptar algunas demandas como las de hablar de los árbitros o lo de meter tensión a los partidos ante el Barcelona. El final de la pasada temporada fue frío, la distancia ya era palpable.

Tras las vacaciones de verano y el incidente de la Supercopa, quedó patente que uno y otro defendían la misma camiseta pero con principios muy diferentes. Al portero no le gustó la filtración de la intención del técnico de que el portador del brazalete fuera otro, un jugador de campo. Lo dijo Marca en el mes de julio y la idea estuvo rondando en la cabeza del entrenador, como en la de Mourinho lo hecho por el capitán tras el incidente del Camp Nou.

Los Barça-Madrid, aún más problemas

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La llamada de Casillas a Xavi y Puyol para intentar poner freno a los enfrentamientos entre Real Madrid y Barcelona fue decisiva. Mourinho nunca la entendió y el capitán siempre ha pensado que dio el paso adecuado ante el deterioro de una relación que ponía en peligro a la selección española y los quince años de amistad que mantenía con el centrocampista. El portero reaccionó y salvó lo que parecía condenado a la ruptura.

Con la Liga ya iniciada, y gracias a la reunión que se produjo tras el empate ante el Racing, entrenador y capitán hablaron y dialogaron como no lo habían hecho con anterioridad. Aclararon algunos puntos discordantes, pero la relación se mantenía distante. La convivencia era más sencilla, evitaban la aparición de problemas y más cuando el equipo acumulaba victoria tras victoria. Por lo menos hasta que el Barcelona se volvió a cruzar en el camino. La derrota liguera fue dura, pero la reacción del equipo calmó los ánimos. Lo peor iba a llegar en medio de la eliminatoria de Copa. 

El choque de ida desnudó a Mourinho en su renuncia a jugar al fútbol. A muchos jugadores no les gustó ni la imagen ofrecida ni la renuncia al juego ofensivo ordenada por el entrenador. Alzaron la voz, algo que no gustó al técnico y se lo recordó al siguiente entrenamiento, lanzando reproches directamente a Casillas y al resto de internacionales españoles, que reaccionaron airadamente, en especial el capitán. Tras ese incidente del 20 de enero, el diálogo entre uno y otro se ha roto por completo

Los rumores sobre el posible adiós de Mourinho se multiplicaron a raíz de la derrota copera ante el Barcelona. El que más y el que menos de los que habitan en el vestuario blanco ha manifestado su deseo de que el portugués continúe. Sin embargo, Casillas, en una entrevista en Onda Cero, tiró balones fuera al decir que esa decisión correspondía a Mourinho, lo que no gustó al técnico, que esperaba otra respuesta del capitán. "No sé lo que hará o dejará de hacer Mourinho, no tengo ni idea. Nadie sabe lo que puede suceder". Enfado que se repitió la semana pasada cuando el campeón del mundo dijo que "no estamos preparados para enfrentarnos ahora al Barcelona". El portugués no se lo creía.

Mourinho y Casillas cada vez están más distantes. El diálogo entre ambos es nulo desde poco más de un mes. No se puede decir que nunca hayan mantenido una relación fluida, pero en las últimas semanas uno y otro hacen vida independiente, respetando los intereses del equipo, pero la empatía entre ellos ha desaparecido por completo. Se respetan, pero se ignoran más allá del terreno de juego. Los directivos lo saben y así se lo hizo ver el propio jugador en la reunión que mantuvo con el presidente hace poco menos de un mes.

Iker Casillas José Mourinho