El Bernabéu ya no perdona el individualismo de Cristiano Ronaldo

El día después fue todavía más duro para el madridismo. Analizar el partido, ver los errores y escuchar de nuevo las excusas de Mourinho no era el panorama que imaginaban en la mañana del sábado la parroquia del Santiago Bernabéu. Ver por delante al Barcelona es un mal pasajero, ya que un empate en Sevilla bastará para terminar el año en lo alto de la tabla. Sin embargo, la sensación que ha quedado dentro de los jugadores y dirigentes del Real Madrid es que no saben cómo jugar al Barcelona, están un escalón por encima. La grada madridista, además de saber que los culés les tienen tomada la medida, sacó la conclusión de que ya no les merece la pena ver tanto individualismo de Cristiano Ronaldo.

El estadio de Chamartín parece cansado del 'egoísmo' del jugador portugués. Si en otros partidos ya se escucharon murmullos, lo de la noche del sábado fueron silbidos de rechazo a su manera de jugar. Cristiano Ronaldo apenas apareció y cuando lo hizo fue para buscar su gol y para mostrar su individualismo. No sabe jugar en equipo y el socio del Real Madrid se lo recordó, una vez más. Es el camino que lo separa de Messi y de otros jugadores de ese nivel, como Andrés Iniesta.

El jugador azulgrana fue sustituido en la segunda mitad por Pep Guardiola y se sentó en el banquillo entre aplausos. Aunque hubo algún que otro silbido, una buena parte se levantaron de sus butacas para reconocer el buenhacer del de Fuentealbilla, héroe para todo el fútbol español desde la final de Sudáfrica en 2010. No llegó a ser lo de Ronaldinho en 2005 pero resultó llamativo que fuera más ovacionado en la noche del sábado que el propio Cristiano.

Además de CR7, otro jugador que también quedó marcado fue Marcelo por su gesto despectivo a Piqué y, cerrando el triángulo de damnificados, está Kaká. El brasileño no está para rendir a alto nivel y si el partido no va de cara poco tiene que hacer. Y también se lo recordó el Bernabéu. No obstante, en la zona noble lo que más preocupa es lo del jugador que costó 93 millones de euros. Y mucho.