En la NBA ya hubo una huelga patronal... como la puede haber en el fútbol español

Una huelga como la que desembarcó en la NBA, encabezada por los dirigentes de los clubes, y no por los deportistas, amenaza con hacerlo en el fútbol español. El paro que ya prepara la LFP, para el 15 y el 22 de noviembre, como adelantó ayer El Confidencial, va en serio. La derogación de la ‘Ley Beckham’ ha disgustado a los dueños de los equipos, al considerar que dicho cambio en la fiscalidad les perjudicaría a mediano y largo plazo. La ventaja que tienes los clubes españoles con respecto a las ligas europeas más poderosas se basa en esta Ley, que permite a las entidades deportivas fichar a grandes futbolistas y mantener la supremacía de la Liga.

 

Corría el año 98 cuando a los aficionados de la NBA se les puso el pelo de punta. Una huelga patronal amenazaba con suspender la temporada de baloncesto. La razón no era otra que los problemas económicos que asechaban a los equipos norteamericanos. Los directivos pretendían hacer uso de una cláusula que les permitiera reabrir el contrato colectivo para poner un tope a los elevados salarios de los jugadores.

La huelga duró 191 días. Comenzó un 30 de junio de 1998 y concluyó un día antes de la fecha establecida por la liga para la cancelación de la temporada. Durante ese periodo se cancelaron alrededor de 437 partidos y los jugadores perdieron cerca de 500 millones de dólares a raíz del conflicto. En dicho ciclo, al menos 15 franquicias concluyeron con pérdidas y cuatro de ellas fueron ‘salvadas’ por la propia NBA. Los dirigentes de los equipos achacaban la crisis financiera a los altos salarios de los deportistas, que en ese entonces percibían el 48% de las ganancias del club.

El acuerdo entre el Sindicato de Jugadores y los directivos de los clubes llegó a buen puerto justo un día antes de que se suspendiera la temporada 98-99. La campaña comenzó el 2 de febrero, se jugaron 50 partidos en vez de 82, los jugadores aceptaron la última propuesta que les ofrecieron los dueños, que consistía en un límite salarial de 14 millones de dólares anuales para los jugadores con 10 o más años de experiencia, 11 para los que tenían entre seis y nueve años como profesionales, y nueve millones para los jugadores que tenía de uno a seis años de experiencia.

Sea como fuere, no sería la primera vez que, producto de una huelga en el fútbol español, se suspende una o más jornadas de Liga.  En la temporada 81-82, no fueron los propietarios de los equipos los que comenzaron el conflicto, sino los propios futbolistas. Los jugadores exigían que se cumplieran cuatro puntos. La liquidación total de las deudas, que en ese entonces ascendían a más de 322 millones de pesetas. La creación de un fondo de garantía económico y otro de garantía social, como habían acordado la AFE y los clubes con la Federación. La derogación de la normativa sub-20, y el reparto de ingresos por televisión y publicidad obtenidos por Federación y clubes. El acuerdo finalmente llegó, pero después de que se suspendiera la primera jornada de Liga y la segunda se jugara con juveniles.

Han pasado 28 años desde que los deportistas se atrincheraron para exigir que se cumplieran ciertas garantías. Ahora son los propietarios los que se han citado el próximo viernes para proponer una huelga para el 15 y el 22 de noviembre, a menos de que se alcance un acuerdo satisfactorio con el gobierno para evitar la derogación de la tan famosa Ley Beckham. Los mandatarios del fútbol español no se andarán con rodeos, y si ven necesario seguir las directrices que tomaron en su debido momento los propietarios de los equipos de la NBA, las seguirán, que nadie lo dude.